La presencia de la más alta autoridad de la ciudad en el llamado “pink corner" de la feria durante un prolongado lapso de tiempo, no deja de ser un gesto político del alcalde, quien resiste con regularidad las críticas y presiones de algunos sectores homofóbicos de Alemania. Sin embargo, la popularidad de Wowereit ha sido un aporte de aire fresco para la mayoría de los berlineses que además de elegirlo dos veces como alcalde, viven en una de las ciudades más tolerantes y abiertas de Europa.
Entre sonrisas, Juliá y Wowereit recorrieron además el resto del "pink corner" en donde Barcelona tuvo un protagonismo indudable.
Al parecer, las tres B donde Axel Hotels se ha establecido -Barcelona, Buenos, Berlín- siguen llevándose muy bien en el mundo.