El Alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, acompañado por el Presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y otras autoridades como el Presidente de Expoagua, Roque Gistau, o el embajador de Siria en España, Makran Obeid, ha inaugurado esta mañana el Parque Metropolitano del Agua “Luis Buñuel”, situado en el Meandro de Ranillas, junto al recinto de la EXPO.
El acto ha consistido en un recorrido en comitiva por las zonas más representativas del nuevo Parque, de 120 hectáreas de superficie -el triple que el Parque Grande-. La salida de la visita ha tenido lugar en el Edificio de cabecera del parque, junto a la noria siria de Hama. Una impresionante instalación de madera, realizada al estilo tradicional de los antiguos pueblos Mediterráneos, cuya puesta en funcionamiento se ha producido en el transcurso de la inauguración, ante la presencia de las autoridades.
A continuación, la comitiva ha iniciado su recorrido por el parque visitando en primer lugar el espacio natural perimetral que ocupa el Soto de Ribera, bordeando el Gran Canal, para continuar por el parque multiaventura, los jardines acuáticos, la playa fluvial, los jardines botánicos y el canal de aguas bravas, a los pies de la Torre del Agua.
El Parque Metropolitano del Agua se abrirá al público el próximo domingo 15 de junio. “Es un parque único, que va a multiplicar las posibilidades de ocio, recreo y esparcimiento de Zaragoza y que, además, la sitúa ya como la segunda ciudad de España con mejor ratio de zonas verdes por habitante”, ha explicado el Alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, quién ha recordado y reconocido la “fundamental” colaboración del Gobierno de Aragón y de España en la realización de este Parque.
El Parque Metropolitano del Agua, con una superficie superior a la del Parque del Retiro de Madrid, se impone como el emblema natural de la nueva Zaragoza, con sus más de 40.000 arbustos y 25.000 árboles y un carácter multifuncional que lo hace único. Un ejemplo de integración urbana y natural que contará además con una variada serie de equipamientos, entre los que sobresalen:
1) Un centro termal que aúna el concepto tradicional de los baños públicos con las últimas tecnologías en hidroterapia.
2) Un “pitch&putt” con un recorrido de nueve hoyos con campo de pruebas y minigolf.
3) Un canal de aguas bravas de 350 metros de longitud y 6 de desnivel, diseñado para el disfrute de todo tipo de público y homologado para la organización de competiciones internacionales.
4) Una zona de aventura ideal para familias con dos circuitos multiaventura para adultos y niños, con tirolinas, rocodrómos y, próximamente, una zona de tiro con arco .
5) Un extenso jardín botánico tematizado en torno al agua, en el que habrá desde plantas acuáticas a específicas de zonas áridas.
6) Una zona de baños con dos piscinas fluviales con agua depurada de manera natural y una playa de arena con más de 5.000 metros cuadrados y 200 palmeras.
Pero si por algo destaca este nuevo Parque es por erigirse en modelo de sostenibilidad y respeto al entorno natural. Así, se ha conservado toda la masa vegetal autóctona del Meandro, situada en el contorno perimetral del mismo, asegurando de este modo los procesos geomorfológicos naturales de las riberas del río.
El mantenimiento del parque está articulado en torno a un sistema hidráulico integral y cerrado que parte de la captación del agua del río, su depuración y utilización en zonas de riego o de baño, y finalmente su nueva devolución al cauce, completamente filtrada de forma ecológica y natural (a través de unas láminas de decantación con vegetación). Toda el agua se distribuye a través de una red de canales y balsas que surcará todo el Parque Metropolitano del Agua.
El símbolo de este compromiso de sostenibilidad es la noria de agua gigante (16 metros de diámetro), diseñada por artistas franceses y realizada por artesanos sirios y aragoneses, que recuerda el pasado en común de los pueblos del Mediterráneo y el aprovechamiento sostenible de los recursos hidráulicos.
El Parque cuenta además con multitud de recorridos adaptados, carriles bici, circuitos para atletas y amplias zonas verdes de esparcimiento, como praderas, de uso público. Un pulmón verde que triplica en dimensiones al que hasta ahora el centro natural de Zaragoza (el Parque Grande) y que convertirá el futuro parque empresarial en un espacio aún más privilegiado.