Diseñadores de la talla de Victorio & Lucchino, Angel Schlesser, Lemoniez, Jesús del Pozo, Francis Montesinos, Roberto Torretta, Miguel Palacio, el siempre polémico David Delfín, Amaya Arzuaga o Annibal Laguna, entre otros, mostraron sus tendencias para el próximo invierno en un tapiz de excepción instalado en las dependencias de la Feria de Madrid inaugurado por Agatha Ruiz de la Prada, quien en esta ocasión ha mostrado una colección mucho más elaborada y adaptada a la cotidianeidad. Con la sombra de ‘handicaps’ como la internacionalización, la creatividad y las posibilidades de una industria que no acaba de consolidarse planeando sobre el espectáculo ‘fashion’, la semana de la moda española ha intentado, una vez más, poner en relieve las propuestas de nuestros creadores.
PASARELA CIBELES INVIERNO 2008-09: VICTORIO & LUCCHINO SEDUCE CON VOLANTES Y UNA IMAGEN “GLAM”
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La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, daba el pistoletazo de salida a esta 47 edición presentando la pasarela a los medios de comunicación y aprovechando el evento, como ya viene siendo habitual, para promocionar los vinos de la tierra; los cuales, según ella, también están de moda. Una semana meteórica con horarios hiper apretados en la que nuestros diseñadores han echado el resto, pero no es suficiente. Nuestra moda, aunque nos pese y respetando algunas excepciones, sigue sin alcanzar los mínimos en creatividad, riesgo y calidad que exige una pasarela internacional y quizás, sólo tal vez, deberíamos comenzar a exigir mucho más a las nuevas generaciones de diseñadores a la vez que estructuramos bases sólidas que en un futuro próximo nos permitan habla de moda española competitiva y de pasarela internacional de prestigio.
Lo que no ha faltado en el certamen ha sido rostros famosos en apoyo a la causa, aunque tratándose de Madrid, la capital donde se concentra el elenco de portada, muchos menos de los previstos. Tampoco ha habido representación de la Casa Real, a pesar de que la Infanta Elena sí haya sido habitual a la Pasarela Cibeles en otras ocasiones. La Princesa Letizia, centrada en eventos de marcado corte institucional y en el cuidado de sus hijas, no parece estar muy interesada en legitimar con su presencia al sector del diseño español, quizá porque, como insinuábamos anteriormente, no exista un modelo de negocio institucionalizado de moda española; lo que no quiere decir que no haya diseñadores de talla. Mucho hay que andar todavía en este sentido y en pro de la creación de una marca global de diseño español que luche por conseguir un lugar en el mundo.
El Kissing Room de Moët & Chandon, ambientado en extravagante rosa chicle e inspirado en los exquisitos vestidores estilo “rococó”, se ha convertido una vez más en el punto de encuentro de diseñadores, modelos, prensa, invitados y famosos en torno a una copa de champagne tras cada uno de los desfiles. Allí es donde los creadores, ya relajados después de los nervios escénicos, reciben los “parabienes” de sus incondicionales, contestan a las preguntas de los periodistas acreditados y se retratan con los Vip’s que han asistido al pase. Un ritual que se repite al terminar cada uno de los desfiles, pero que no por esto deja de ser simpático, especial, relajante y anhelado por todos aquellos invitados que ven en este espacio y por unos minutos la posibilidad de “codearse” con lo más selecto de la pasarela.
Fieles a nuestro compromiso con la moda, iremos ofreciéndoles paulatinamente en nuestra sección “Moda y Tendencias” las propuestas de cada uno de los diseñadores que han participado en esta 47 edición de la Pasarela Cibeles. Comenzaremos por Victorio & Lucchino, una colección titulada “De Lorca a Bowie” inspirada en el buen hacer de la costura con reminiscencias ‘body-art’. Faldas globo, grandes volantes y voluminosas mangas abullonadas en tejidos invernales como lanas con base de organza, mohair, terciopelos o ‘tweed’ que combinan con ligeras texturas en gasa, raso u organzas, para un ‘allure quasi glam’, que no se aleja demasiado de la tendencia habitual de los creadores sevillanos. La sofisticación viene de la mano del hombre, quién renueva su imagen de una manera más contundente tanto en el corte como en los tejidos.
Gema Castellano