Esperanza Aguirre recorrió el espacio de moda dedicado a las novias acompañado de la familia Bundó al completo, un “clan” dedicado en su totalidad a una exitosa empresa ya de segunda generación, que se ha embarcado en la aventura madrileña pese a la crisis económica impulsada por una demanda de nivel medio-alto que exige la expansión de la firma. La “premier” de la Comunidad de Madrid se mostró encantada de tener desde ahora a una de las firmas más lujosas y sofisticadas de diseño nupcial en la milla de oro madrileña, casi esquina con la calle Velázquez.
Por fin, Raimon Bundó sale de su emblemático “atelier” en Barcelona para abordar un mercado en el que tiene mucho que decir. La diseñadora estrella de la firma, Ivonne Ruíz, está convencida de que el estilo y el sello de calidad Bundó coinciden plenamente con un público elegante, exigente y entendido acostumbrado a la innovación, un target al que Madrid aglutina debido a su idiosincrasia.
Porque la mujer a la que viste Raimon Bundó para el día de su boda no se dirige al altar ni con prejuicios, ni con complejos, ni con nostalgia. La fémina que elige a Bundó diseña el día de su boda concienzudamente como un acontecimiento glamouroso en el que el buen gusto, la sofisticación y la elegancia la rodearan hasta hacerla parecer una estrella de Hollywood a la que todo el mundo admirará.
Bundó requiere mujeres atrevidas, cultas, altivas, muy elegantes y seguras de sí mismas, que sepan lucir auténticas obras de artesanía e interpretar con altivez, como princesas, el papel estelar en su propia historia de amor, porque sus colecciones están diseñadas para dotar a las féminas del poder de la seducción.
La colección para 2009 de Raimon Bundó, que ya se puede ver en su nueva tienda de Madrid, ensalza el refinamiento mientras destaca elementos osados y vanguardistas que revolucionan, en cierta manera, la estética nupcial.
La firma recupera la estética de Alphonse Mucha, uno de los máximos representantes del Art Nouveau, que alcanzó la fama en el s.XIX realizando los carteles litográficos de la bellísima actriz Sarah Bernhardt. Ivonne Ruíz se inspira en esas etéreas féminas de larga y abundante melena en la que se enredaban flores y mariposas, envueltas en vaporosos vestidos que recuerdan a las diosas clásicas pero dotadas de una mirada audaz, directa y penetrante capaz de seducir hasta la perdición desde lo prosaico de un cartel publicitario. Rescata su encanto y su Allure para vestir a una diosa de alta costura.
Gema Castellano