La periodista de moda Dolors Massot ha escrito un libro sobre la creadora del “corazón fucsia” y pretende que la verdadera ágatha esté entre sus páginas. Tres largas entrevistas personales, horas de observación sobre el estilo de la creativa a la hora de interrelacionarse con su equipo de trabajo y tres días de convivencia en la quietud de una finca propiedad de ágatha Ruíz de la Prada, han sido argumentos suficientes para que Dolors Massot haya podido contarnos en unas páginas teñidas de fucsia datos absolutamente novedosos sobre la personalidad de la diseñadora, de su relación con el Pop Art y el expresionismo abstracto norteamericano o de la excelencia y flexibilidad de una empresa que factura miles de millones de euros y está en continua expansión. Lo último de ágatha serán las puertas blindadas; y es que como empresaria la creadora también es un lince. Su empresa funciona. Casi un grajo blanco en la industria de la moda española.

A pesar de que la comunión entre ágata Ruíz de la Prada y Andy Warhol ha sido el ‘leif motiv’ más recurrente a la hora de explicar el trabajo de ágata, Dolors Massot, directora en la actualidad del Posgrado de Comunicación de Moda y Tendencias de la Universidad Internacional de Cataluña, responsabiliza más a Kandinsky o Rothko -expresionistas norteamericanos- de la línea de influencias de la creadora. Sobretodo el letón afincado en EEUU Mark Rothko y su concepto del color. La diseñadora y su empresa, a partes iguales, han seducido a la periodista devenida a escritora hasta el punto de que su amistad a estas alturas es imperturbable y los proyectos conjuntos algunos.
Este sábado, la mismísima ágatha Ruíz de la Prada se desplazó desde Madrid hasta Barcelona para apoyar a Massot en la firma de libros que tuvo lugar en un espacio mágico y con historia: la boutique Gratacós situada en el 110 de Paseo de Gracia. El emblemático establecimiento es el último vestigio de la industria del textil en Barcelona y un lugar de culto a la hora de elegir las mejores y más sofisticadas telas, además de exclusivos complementos con clase como bolsos y sombreros. Un lugar también especial para ágatha Ruíz de la Prada, quién solía visitarlo durante su niñez acompañada de su abuela. Ahora ha decorado su propio escaparate casi cumpliendo un sueño legendario.

Gema Castellano