Antonio Miró ha comentado que su intención ha sido "crear un espacio de trabajo único en el que el orden es un elemento central, generando múltiples efectos y contrastes”.
Esta nueva cocina se basa en una estructura singular materializada en madera y silestone, donde el uso de la curva resulta un elemento esencial al buscar un espacio práctico para el trasteo de la cocina. Es un espacio de construcción poco convencional y aspecto sugerente, que se basa en un implacable juego de curvas que combinan una geometría severa con materiales que logran espacios austeros de gran belleza.
Junto con Antonio Miró, la compañía Auró, con más de un siglo de tradición, ha sido la encargada de esta nueva apuesta. Auró une bajo el mismo techo la experiencia de carpinteros y maestros ebanistas con la precisión de la última tecnología para generar un producto único, ya que cada cocina se fabrica independientemente y no en serie. Esto les permite cuidar hasta el más mínimo detalle y potenciar con creces su estricto criterio de calidad.
Ayer por la noche más de 200 invitados conocieron los nuevos diseños de Antonio Miró Cocinas. El catering lo sirvió Caves Vilarnau y el joven chef Oriol Llavina, premiado como cocinero del año por el Forum Gastronomic de Girona y chef de los restaurantes “El Cigró d’Or de Gelida” y “El Mercat de Vilafranca del Penedès”.
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