Billy The Artist
El credo de Billy The Artist es dar vida a su propia realidad, y su obra es la mejor demostración de que lo consigue. Billy captura toda la energía y la fuerza de su ciudad en lo que él denomina la realidad “Urbana Primitiva” — un calidoscopio de imágenes como un rompecabezas que refleja toda la diversidad y la alegría del espíritu humano.
Su estilo inconfundible y llamativo halla su lugar tanto en galerías de arte como en locales comerciales y abarca desde proyectos a pequeña escala a enormes murales urbanos. Sea donde sea, Billy pone el mundo “patas arriba”, y mientras otros convierten la realidad en arte, él hace del arte una realidad.
El artista que ha trabajado para importantes y reconocidos clientes como MTV, Suzuki y Hyundai, Microsoft, The Sony Music o Woodstock 99 , entre otros, nos presenta ahora sus dos propuestas para la colección CreArt Artist Collection de la firma relojera Suiza Swatch.
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AFTERDARK
Con una gracia y un estilo inconfundibles, Billy The Artist lleva su arte a la muñeca del hombre y la mujer comunes. La correa está revestida con una lámina en su cara superior, en la que se presenta una dinámica escena en blanco y negro con un diseño gráfico de líneas fluidas y fuertes contrastes. La historia se desarrolla en la calle, en las primeras horas de la noche, y se reproduce en la correa, en la caja de plástico y en la esfera negra y blanca donde el motivo gráfico se convierte en una cara. El aspecto visual y la sensación de este modelo tienen algo de los maestros del modern art, pero esta obra de arte para el lienzo más pequeño del mundo es el producto de la imaginación de Bill. La aguja horaria blanca, el minutero negro y un fino segundero blanco marcan el paso del tiempo.
MORNING GLOW
Billy The Artist se saca los guantes: ¿queréis colores? ¡Aquí los tenéis! La correa tiene una lámina impresa en su cara superior, donde los colores se convierten en los héroes de la historia. Un cerco de tinta negra parece contener los colores, pero estos lo saltan para provocar en la muñeca una explosión de rojo, verde, azul, violeta, amarillo… y de azul claro en la sólida caja de plástico. Alegre, con vida, color y una pizca de escepticismo, un rostro nos mira desde la esfera multicolor y vuelve a dirigir su mirada a la correa para descubrir otras caras en el rompecabezas multicolor. En la esfera sin números ni índices, las agujas azules de las horas y los minutos y un fino segundero negro marcan el paso del tiempo.