La necesidad de mantener la compostura y la estética a todas las horas del día, en cualquier situación o practicando diversas actividades – propio de un estilo de vida puramente aristocrático – dio lugar a principios del s.XX a una tendencia ‘fashion’ muy definida que ha ido evolucionando y adaptándose a los nuevos cánones sin perder ni un ápice de su idiosincrasia.
El estilo British corresponde a un ‘gentleman’ “estirado”, de maneras impecables y gusto sofisticado que resulta irresistible -se llame Príncipe Charles, Guillermo de Inglaterra o James Bond- cuyas armas de seducción son su imagen y su estilo de vida.
Ciertamente, no es fácil adoptar un “allure” tan peculiar y atractivo si no se ha interiorizado un ‘lifestyle’ propio de unos pocos decididos a elevar sus maneras, su educación y su socialización a “lo exquisito”. De lo contrario se corre el peligro de confundir los conceptos hasta llegar a lo grotesco, soez, ridículo, y, por supuesto, carente de elegancia. Y ocurre con un accesorio que se ha puesto muy de moda: los Slippers. Esas zapatillas de lujo especialmente diseñadas para andar cómodos por los largos pasillos de los palacios británicos, que ahora ciertos presuntos creadores de tendencias se empeñan en imponer para ‘trotar’ por el asfalto o tropezar en las moquetas del Ritz.
Error. Y es que, aunque esos supuestos creadores de tendencias tan avispados no sean sensibles a ese error conceptual que provocaría la carcajada al mismísimo Príncipe Alberto -esposo de la reina Victoria y precursor de los comodísimos ‘slippers’ para andar por casa- el estilo British prevé otro tipo de calzado mucho más sugerente y atractivo para pasear por Oxford Street, jugar al Golf, asistir a una jornada en Ascott o demostrar sus dotes de bailarín en una velada de gala de Buckingham Palace; por lo cual, es mucho más aconsejable limitar la utilidad de los ‘slippers’ a la de recibir con estilo en la intimidad de su casa o simplemente para sentirse orgulloso de lo bien vestidos que van sus pies cada vez que los mira desde el confort de su sillón preferido.
Pero nada mejor que sumergirse en el mundo de los detalles del exquisito estilo British para saber que un error de esas características no sólo puede ser mortal en cuestión de imagen, sino que atenta contra todo un estilo de vida cuyos pilares son la elegancia, la sofisticación y el método. Cada situación requiere un comportamiento, un atuendo y un ritual para que el resultado sea perfecto, armónico y socialmente aceptado.
En Barcelona ha abierto sus puertas recientemente Bow-Tie, un espacio especialmente diseñado para mostrar, recreando un salón típicamente inglés, una variedad excelente de productos genuinos estilo British. Zapatos Goodyear, los exclusivos Pump’s para Smoking, mocasines, botines, pajaritas para todas las ocasiones confeccionadas con los más exclusivos tejidos, tirantes de gala y ejecutivos y, por supuesto, los Slippers, que también se sirven por encargo y personalizados. Una tienda con aire “vintage” y ambiente de Jazz donde descubrir el mundo estético de los sibaritas británicos.
Gema Castellano
Inauguración de Bow-Tie Barcelona
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