Madrid, 1940. Juan Pujol, autodidacta, gerente de una granja de pollos, conserje de hotel, empieza a planear su contribución al “bienestar de la humanidad”, y decide ofrecerse a los británicos para “echarles una mano”, pero su ingenuo plan fracasa. En lugar de desanimarse y abandonar, consigue convencer a los nazis de que puede espiar para ellos. Sorprenden-temente, el Abwehr confía en él y lo contrata. Nombre en clave: Arabal. Después de una serie de aventuras, Pujol es localizado por la Inteligencia Británica, que le convierte en agente doble. Nombre en clave: Garbo. Desde Londres, hace creer al Tercer Reich que el desembarco de Normandía no es más que una estrategia de engaño, ya que el verdadero desembarco tendrá lugar en el Paso de Calais.
Treinta años más tarde, un escritor inglés de novelas de espías, Nigel West, empieza a dudar de su muerte, se pone a buscarle, y le localiza en Venezuela, donde ha iniciado una nueva vida, se ha vuelto a casar y trabaja como profesor de inglés para la Shell. Nadie en su entorno sabia de su participación en la guerra.
Es la historia de “el mejor actor del mundo”.
LA REALIDAD SIEMPRE SUPERA LA FICCIóN: Algunos hechos extraordinarios sobre GARBO.
GARBO fue el único individuo que recibió las máximas condecoraciones de ambos bandos: la Cruz de Hierro II del Tercer Reich y el Miembro de la Orden del Imperio Británico de los aliados.
En la embajada alemana en Madrid se hallaban destinados 87 miembros de la Abwehr y había otras 228 personas que se dedicaban a servicios de inteligencia, con más de 1500 agentes.
La mayor red de agentes nazis durante la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña fue la red ARABEL, capitaneada por ALARIC, el Hombre de Confianza 319 (V-Mann 319), es decir: Garbo. Llegó a reunir a 27 personas, pagadas y mantenidas por el Tercer Reich. Ninguna de ellas existió en realidad: todas provenían de la fabulosa imaginación de Pujol.
Sin saberlo, y a través de la Red Arabel, el alto mando alemán financió, en gran parte, los Servicios de Inteligencia británicos.
Cuando estuvo al servicio del MI5, el teléfono de Pujol estaba intervenido y su correspondencia privada, censurada. Siempre estuvo vigilado. Solo podía utilizar la tinta invisible bajo la supervisión de un Oficial del Servicio Secreto.
Nunca conoció a otro agente, ni estuvo en el MI5, ni supo cuál era su lugar en la organización. Nunca se quejó ni intentó averiguar más de lo que debía.
Una vez en Londres, Pujol redactó no menos de 315 cartas con tinta invisible del total de 423 escritas por el MI5. Ninguno de los documentos tenía menos de 500 palabras en incluso alguno de ellos fueron textos de más de 8000 palabras. Todos reflejaban distintas personalidades, de acuerdo con los 27 agentes que se había inventado. Pero Pujol era también el responsable de escribir el texto de cobertura en tinta normal de todas estas cartas, un considerable esfuerzo que desarrolló con gran habilidad. Además, ultimó la version final de unos 1200 mensajes de radio, del total de 1339 mensajes trasmitidos por la Organización.
Después de la Guerra, el MI5 quiso destinar a Pujol a Rusia. Por razones desconocidas, no aceptó.
Pujol dilapidó toda su fortuna comprando tierras en Venezuela en 1946. En 1948 sus propiedades fueron asaltadas y arrasadas. Tuvo que venderlas por una cuarta parte de su valor.
Pujol logró combatir en dos guerras sirviendo a ambos bandos. Jamás disparó ni un solo tiro.
Su inagotable imaginación produjo más de 50 volúmenes de escritos.
De esta manera, salvó miles de vidas. En ambos bandos.
"Garbo- El Espía" es un thriller documental sobre héroes y espías, secretos y mentiras, memoria y olvido, hecho con fragmentos de películas de Hollywood, material de archivo, entrevistas y efectos digitales, con una estructura que nos fuerza a elegir nuestra particular interpretación de la verdad.
Contamos con todos los actores principales de esta historia extraordinaria. El experto en Inteligencia y novelista Nigel West, quien rastreó la pista de Pujol y le sacó de su anonimato en Venezuela. El Oficial de Inteligencia del MI5 Mark Seaman, que investigó todos los pasos de Pujol y cómo consiguió hacer creer lo increíble. El periodista Xavier Vinader, que deconstruyó con él sus memorias y le ayudó durante meses a recordar todos los detalles. Y Aline Griffith, condesa de Romanones, espía durante la Segunda Guerra Mundial, que trabajó para la Inteligencia Americana en España. Las dos familias de Pujol, la que tenía en España y la de Venezuela. Y el mismo Juan Pujol, con su personalísimo enfoque de la realidad.
Luchó en dos guerras, en los dos bandos, tuvo dos familias, dos vidas, e incluso dos muertes. No hay mejor definición del agente doble que él.