El conjunto vislumbra una dirección habilidosa que narra de una forma de vestir impalpable y ligera; un vestir formado por sedas fluidas, movidas por una brisa imaginaria, por siluetas delicadas e inconstantes como los médanos de arena, de colores neutros y naturales como las nubes.
Y cuando las prendas se hacen masculinas, la sobriedad y la elegancia refinada entran en perfecta sintonía con la esencialidad y el rigor del desierto.
La ambientación es vagamente irreal —imposible no pensar a un cuadro de Dalí— un desierto, un marco vacío, listo para acoger lo real y confundirlo con el retrato, y se hace mucho más definida de lo que la idea de espacio quisiera sugerir.
También en estas imágenes la poética de Camilla Akrans se refleja en un juego mágico y sugerente de luces y sombras, ya no estudiadas sobre papel y reconstruidas en un interno, sino hábilmente captadas en un instante impalpable de las manos del azar. En ese instante, mientras el cielo, la arena, la luz y los colores se definen de modo irrepetible, las prendas adquieren vida, se dejan llevar con la libertad interpretativa propia y original de cada persona.
La campaña será lanzada en todo el mundo con pósteres, letreros, páginas de revistas y materiales en los puntos de venta.
La veremos a partir del mes de febrero de 2009.