Marcado por unos abuelos que fueron capaces de crear uno de los símbolos de la España de la postguerra, la muñeca flamenca -esa que se ha grabado en la retina colectiva junto a las primeras tv’s en blanco y negro- y por un padre de amplia mentalidad emprendedora que supo innovar y adaptar la empresa heredada a las nuevas circunstancias en un país de oportunidades, Joaquim Zamacois -última generación- ha optado por incorporarse al grupo empresarial aportando valor, tal y como viene siendo tradición en la familia Casas, en una era de reinvenciones, reinterpretaciones y “revivals” que marcan la tendencia.
Zamacois ha presentado un boceto de lo que se convertirá en una colección el próximo septiembre después de haberla testeado en su segmento de mercado francés, con una aceptación tan considerable como inesperada. El producto, diseñado por la creadora Frida Teixidor, dibuja un “urbanwear” muy femenino basado en prendas muy cómodas confeccionadas en viscosa, a veces con apliques estampados en terciopelo, que da casi toda la importancia al diseño temporal y la tendencia en detrimento de la atemporalidad exigida por otras materias primas más excepcionales. En contraposición, la diseñadora utiliza con gran maestría la pasamanería y los apliques, en las mismas tonalidades o diferentes, que otorgan sofisticación al un tejido, la viscosa, muy adaptado a las necesidades de movilidad de un ‘target’ inquieto, urbano y muy vital.
Sofisticación, ingenuidad y descaro -características de la juventud en sí misma- son las palabras con las que definiríamos la tendencia de este proyecto de colección que promete sorprender el próximo mes de septiembre. Un estilo muy global que identifica a mujeres hiperactivas y carentes de edad que se adaptan de una manera natural a un mundo cambiante donde las tendencias duran lo mismo que un suspiro. Así es fácil quedarse atrás, pero no para una fémina de gustos internacionales, acostumbrada a triunfar por su “personal-look” y a imponer nuevas normas.
La colección que “Sex and Cookies” presentará el próximo septiembre se caracterizará por vestidos muy cortos que no sacrifican ni un centímetro a favor del comedimiento.
La mujer necesitará osadía y atrevimiento para incorporar a su vida una imagen excitante y sin complejos, que deberá perfilar con complementos fetiche como sombreros, collares, guantes, grandes chales o medias de colores; la viva imagen del espíritu global de los ’70 absolutamente renovada.
Abrigos aterciopelados de corte trapecio, super favorecedores cuellos vueltos, o jerseys ‘oversize’ sobre nini faldas y vestidos ‘estilo Jacky’, es lo que hemos visto en una colección piloto que también ha intentado adaptar a “Sex and Cookies” modelos de las otras marcas como “Tres Boutons”.
Una decisión, esperemos que simplemente experimental, errónea bajo nuestro punto de vista, ya que “Sex and Cookies” nace con la vocación de triunfar el lo “chic”. Porque más allá del tallaje, cada firma debe tener su idiosincrasia propia.
Gema Castellano
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