Y es que no existe ni una “star” en el mundo que ose salir a la calle sin unas llamativas gafas de sol; un complemento que en su origen cumplió su función con rigurosidad, pero que pronto se convirtió en un detalle de estilo y algo peor para los dotados de dudoso gusto: de camuflaje. Sea como fuere, el Grupo Marchon ha convertido la moda de llevar gafas de sol a todas horas en un negocio, y yendo más allá, en el arte de conseguir que todas las ‘fashionistas’ de todo el planeta pierdan el sentido por las firmas para las que fabrica y diseña, gracias a la capacidad de su departamento de RRPP para convencer a las ‘celebrities’ para que vistan sus ojos de Calvin Klein, ck Calvin Klein, Fendi, Nautica, Nike, COACH, Disney, Flexon, Michael Kors, Emilio Pucci, Jil Sanders, Sean John o Karl Lagerfeld.
La estrategia desarrollada por esta empresa norteamericana -que facturó 520 millones de dólares en 2007- consistente en apoyar con enormes inversiones en marketing y publicidad a sus socios comerciales, una política de la que es pionera y el mejor de los avales de éxito en las ventas, además de una garantía para las firmas que depositan en ella sus diseños y fabricación. Aunque la sede de Marchon está en Estados Unidos con subsedes regionales en ámsterdam, Hong-Kong y Tokio, sus creaciones salen de la creatividad de equipos de diseño muy especializados situados en New York e Italia y la exacta fabricación se realiza por control numérico, mediante la tecnología CAD, la producción robotizada diseñada por ordenador; porque su objetivo es que las firmas no elijan otra compañía para hacer negocios.
Paolo Minardi, Director General de Marchon, estuvo en Barcelona la pasada semana apoyando la presentación de las nuevas colecciones de las firmas que gestiona su compañía. Una puesta en escena que estuvo a cargo de la empresa de comunicación Globally BCN para la que fue elegida la óptica Bassol de la calle Balmes, un icono del buen gusto y la sofisticación sin extravagancias por su decoración basada en lámparas de araña italianas y mobiliario del s.XVIII tapizado en charol negro. El gerente, David Soliva, nos comentó su satisfacción por haber sido elegido como anfitrión de las firmas más ‘fashion’ y como marca asociada en las nuevas estrategias de promoción ideadas por Globally, para afrontar con éxito las nuevas situaciones a las que las marcas deben hacer frente.
Y una reina entre las reinas; la Emilio Pucci Florence Collection, inspirada en el colorido de los estampados que Emilio Pucci, Marqués de Barsento, puso de moda en los años ’50. Los Print de Pucci vuelven a tomar relevancia en los años ’80 de la mano de Madonna y ahora se reinventan en espectaculares gafas de sol de edición limitada que rememoran el glamour y el lujo de los años en los que el “Príncipe de los estampados” impuso su selecto criterio a las más elegantes de todo el mundo. Se trata de dos modelos de extremo valor de los que sólo hay disponibles mil unidades en todo el mundo. Una locura para las ‘fashionistas’.
Gema Castellano