En esta colección, el director creativo de la marca –Christopher Bailey– ha sacado a su prototipo de “look” perfecto de lo más profundo de lo rural, motivo de su homenaje en la colección de la pasada temporada, para dotarlo de un estilo más refinado, que combina la sofisticación con su compromiso con la naturaleza. El hombre Burberry se moverá durante el invierno de 2010 con la misma soltura tanto por las snobs terracitas de Chelsea como por Ascot o Greyhound; y además lo hará haciendo gala de un poder de seducción sin límites.
Los jersey, una prenda fundamental en este caso en versión muy ligera, se presentan con estampados sutiles o de ochos vintage; en cashmere fino en capas y cashmere en degradado. Las camisas son ribeteadas con rayas -de lino y de algodón piqué- y los pantalones -caídos y a la cadera- se estrechan sin embargo al máximo desde la rodilla. La prenda estrella de Burberry, el trench, se ha rediseñado en mil versiones y tejidos tan dispares como el algodón impermeable lavado, el lino encerado, la loneta de algodón lavado, el algodón de doble costura, el nylon acolchado ultraligero, el nylon texturizado en seda, el algodón en tela de araña o la lana fría de algodón con acabados en raya y loneta o cuero; y en colores como marrón pizarra, gris plomo, gris tiza, gris jaspeado, carbón, blanco, índigo, verde botella, arpillera, jacinto pastel, rosa pastel, polvo de azul pastel, rojo uniforme, azul marino, amarillo o blanco roto. Como siempre, Bailey ha vuelto a acertar.
Burberry Prorsum Spring Summer 2010 Menswear – Backstage y pasarela
Gema Castellano