…todos esos puristas y ceremoniosos expertos en moda, pero ningún crítico en temas económicos y empresariales se atrevería a cuestionar la excelencia de su exitosa empresa. El objetivo final de cualquier diseñador debería ser vender su concepto creativo aquí y en el extranjero en lugar de engordar su ego personal a base de endulzadas y poco profundizadas críticas; y eso Ruíz de la Prada lo tiene muy claro. Porque de eso depende que se cree una industria de la moda en España que justifique el esfuerzo en ayudas económicas encaminadas a hacer imagen de marca.
En lo que respecta a la pasarela, ¡chapeau!. Compradores, invitados y prensa nos divertimos durante más de media hora con un desfile casi terapéutico; porque si es cierto que la felicidad es un estado anímico y que el color influye en que éste mejore, los minutos Agatha de Cibeles curaron más de una “depre”. En lo que respecta a las prendas diremos que otra de las muchas artes de la creadora es crear un “total-look” absolutamente visual que disgregado, elemento a elemento, se convierte en una unidad absolutamente comercial. Y si no lo creen, hagan el ejercicio. Quizás no saldrían a la calle vestidas como estas modelos, pero seguro que cada una de las prendas que portan se las pondrían por separado. Agatha sí que sabe de industria.
Gema Castellano
Madrid Fashion Week