“MI VIDA EN RUINAS” ESTRENO 7 DE AGOSTO

Sus turistas prefieren comprar camisetas a conocer la historia y, en un histérico choque de culturas y personalidades, todo parece ir mal, hasta que un día conoce a un turista muy especial, Irv Gordon (Richard Dreyfuss), que le enseña a pasárselo bien y hace que se fije en la última persona de la que esperaría enamorarse… Irv capitanea al variopinto grupo de turistas que ponen a prueba a Georgia durante todo el tour. Irv está en su propio “viaje” tras haber perdido a su mujer, Elinor (RITA WILSON), lo que, como se verá posteriormente, es el motivo de su comportamiento beligerante.

A Georgia nada le sale bien; incluso el autobús turístico es una ruina. Su némesis, Nico (ALISTAIR MCGOWAN) aporta el elemento de comedia como un guía rival sin escrúpulos de Pangloss Tours que pretende sabotearla. Georgia pronto se da cuenta de que Nico no es su único problema.

De hecho, el grupo está compuesto de turistas estereotipados a los que no les interesa lo más mínimo conocer la cultura griega sino que preferirían pasarse el día tumbados en la playa.

La estrella de la película, Nia Vardalos, sí aprecia la importancia cultural e histórica. “Nunca antes habían permitido rodar en la Acrópolis y cuando miro dónde estoy me quedo maravillada. Tengo muchísima suerte, tenemos muchísima suerte”, dice Vardalos. Por desgracia, Georgia, su personaje, no es tan optimista. Además de con su desquiciante grupo de turistas, Georgia tiene que lidiar con el conductor del autobús, Poupi (ALEXIS GEORGOULIS).

Al principio, Georgia no conecta con el conductor y cree que éste sólo habla griego. Le parece sucio y desaliñado e incapaz de conducir un autobús, y ni se le pasa por la cabeza considerarle un objetivo amoroso. A medida que Grecia le hace abrirse al potencial de su espíritu, la posibilidad de una relación romántica se convierte en un punto importante de la historia.

Otros viajeros del autobús son dos españolas recién divorciadas, una tensa pareja inglesa y su hija huraña, una pareja que va con la bandera americana, un soltero casado con su Blackberry, una pareja australiana que adora la cerveza Foster’s, un joven americano que es la primera vez que viaja y una pareja mayor en la que la esposa tiene la “mano muy larga”.
Donald Petrie, director de comedias románticas como Cómo perder a un chico en 10 días, Miss agente especial y Mystic Pizza, lleva al reparto coral y al público a un viaje romántico por las ruinas griegas rodado en Delfos, Olimpia y Atenas. “Donald eligió localizaciones que yo no podía ni imaginar. Hizo un trabajo increíble de visualización. Eso es lo que hacen los directores: cogen palabras y las transforman en imágenes.” Las localizaciones fueron el punto fuerte de la película y los personajes llegan hasta ellas en el destartalado bus turístico de Pangloss Tours.

Lentamente el grupo va moviéndose por los magníficos lugares que ofrece Grecia, incluida la hermosa Delfos, hogar del Oráculo y reverenciada por ser el lugar donde se encuentra el ónfalos, centro de la tierra y el universo. Hasta allí acude gente de Grecia y de todo el mundo para que Pythia, la sacerdotisa de Apolo les responda preguntas sobre su futuro. Sus respuestas, aunque crípticas, pueden determinar el curso de la historia.

Aquí es donde se produce un punto de inflexión en el grupo, que pasa de ser un grupo de turistas que lo único que tenían en común era su afán por criticar a Georgia y a su autobús estropeado a crear un vínculo entre ellos. El siempre sarcástico Irv se convierte en una especie de místico cuando finge ser el oráculo e intenta resolver o deliberar sobre los problemas de cada integrante del tour.

Muchas de las escenas clave de la película están ambientadas en algunos de los monumentos y vistas más famosos de la ciudad. “Dejarse llevar por las ruinas fue un momento muy muy interesante. Estar en todos estos lugares fue una experiencia realmente única.”, comenta Vardalos sobre las localizaciones.

Nia explica que Georgia, “…tenía el trabajo de sus sueños, pero no dejó que su magia la embargara porque decidió traerse consigo las decepciones de su vida. Tienes que cambiar tu forma de pensar, y no solo Georgia, le pasa a todos los personajes, le pasa a cualquiera. Y al final este es el mensaje de la película: tienes que pararte a oler las flores, mientras puedas".

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