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Un local de grandes dimensiones -400 m2- distribuido en diversas plantas que permite adentrarse y perderse en un mundo mágico rodeado de todo tipo de artículos cautivadores, originales y rompedores: jeans de ultima generación, mini paraguas con fundas para no mojar el bolso, cascos de motos, memorias USB, fragancias irresistibles, monederos ‘enamoradizos’, etc.
El catering corrió por cuenta de ‘Sandwich and Friend’, con sandwiches, ensaladas y pizzotas que se elaboran al momento y con ingredientes frescos del día. Muchos de sus bocadillos con nombres de personas (los “friends”) se han hecho ya famosos entre los amantes de una comida rápida, creativa y de calidad a cualquier hora del día, lo cual anima a los creadores de S&F a preparar una gran lista de novedades para su 10º aniversario, según comentaron.
Las aberturas de la fachada y el color magenta -icono y color corporativo de la firma- producen una sensación impactante en el viandante que se siente llamdo a entrar a este mundo mágico compuesto por nubes, algodones, corazones, tulipanes…
El proyecto consistió en intentar reflejar una actitud nueva, frente a los procesos habituales de diseño donde se priorizó el concepto de ‘no hacer’ frente al ‘hacer demasiado’. La iluminación a base de fluorescentes se ha diseñado para esta tienda. Recorre el espacio a modo de retícula calderiana, distribuyendo los diferentes espacios de exposición e incitando al recorrido de los mismos. El mobiliario aborda un espíritu industrial y de reciclaje; se integra y transforma gracias a la luz y el color que se reflejan en sus superficies.
Hay que destacar el trabajo que se ha realizado jugando con la asociación de luz y color; de hecho el espacio barcelonés es el punto de partida de una serie de tiendas en las que se actuará de manera similar, de forma que cada tienda estará personalizada y se podrá identificar por su color.
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