Y es que en Madison Avenue -el centro neurálgico de la explosión de la industria de la publicidad norteamericana hace medio siglo- los ’60 se reinterpretan -según Mad Men- en su versión más glamourosa y sofisticada; a pesar de los tormentos personales de cada uno de los personajes y de los conflictos que azotaban a una sociedad “post JFK” y “pre Vietnam”, más en revolución que en evolución. La falta de engagement -de compromiso- de la serie con la realidad social del momento se suple con unos diálogos brillantes, picantes y frescos que descubren atrayentes personalidades en constante cambio cuya imagen seduce e hipnotiza al espectador.
Tras el anuncio de una cuarta temporada de “Mad Men” y del Premio Emmy a la mejor serie dramática obtenido por tercera vez consecutiva, la trama -que deja vislumbrar las vicisitudes de los publicistas de Sterling Cooper entre cortinas de humo de cigarrillo y las brumas visuales que provoca el whisky de malta- debe evolucionar inevitablemente, puesto que esa magnífica tercera entrega tan premiada -ha obtenido también el premio al mejor guión, al mejor Elenco de Serie Dramática y al mejor Estilismo de Peluquería de Serie de Una Sola Cámara- dio casi por concluida esa etapa de las vidas de los personajes dejando muy pocos cabos sueltos.
El estilo Mad Men -la forma de vida de sus personajes y su impecable imagen- ha trascendido la trama de la serie de televisión para influir en los más avispados cazadores de tendencias y, por supuesto, en las colecciones para el próximo invierno de firmas como Louis Vuitton o Prada, ávidas de ideas que definan lo exclusivo.
Detrás del espectacular vestuario de la serie Mad Men está la diseñadora Janie Bryant, que no tiene intención de dejar escapar su parte de pastel.
Bryant -que juega con los conceptos estéticos y las formas más exquisitas de los años ’50 y ’60- consigue el auténtico ‘allure vintage’ a base de recrear fielmente todos los elementos y detalles de la indumentaria de esa época, incluso la ropa interior. Asegura que su inspiración la encuentra en los conocimientos de costura de su abuela y lo cierto es que los ingenuos y sofisticados vestidos que muestra en la serie Betty Draper, la sensualidad de las blusas y faldas de Joan Holloway, el recato que encierran los cuadros escoceses de los vestidos de Peggy Olson o las camisas y americanas que luce Don Draper, han resucitado la época dorada del Swing para uso y disfrute de fashionistas del XXI.
La noticia es que Janie Bryant presenta colección el día 29 de septiembre. Bolsos, capas de piel, joyas vintage, sombreros Jackie Onassis y una línea de ropa interior denominada Maidenform, enmarcada en la muestra Mod by Janie Bryant. El auténtico estilo Mad Men a precios que no alcanzan los 200 dólares por prenda. La colección se venderá momentáneamente y en exclusiva en QVC, y es que esta mujer no arriesga. Sabe que no es lo mismo marcar tendencia con el extraordinario vestuario de una serie de televisión de éxito que precipitarse sin red en el negocio de la moda; una industria que contiene infinitos registros no siempre bien afinados.
En cualquier caso, Janie Bryant ha demostrado talento y gusto por los pequeños detalles a la hora de recrear una tendencia vintage con pasmosa fidelidad, ignoramos si su objetivo es el de evolucionar hacia la creatividad. De momento contamos con una colección curiosa para las fetichistas que, seguro, sienta muy bien.
Gema Castellano
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