La teoría del priming o preparación propuesta por Shanto Iyengar y Donald Kinder, hace referencia a los factores que influyen en las valoraciones que la gente hace de los personajes públicos. Mediante experimentos de laboratorio, estos autores tratan de observar cuál es el contexto en el que las personas elaboramos nuestros juicios.
Apoyan la hipótesis en la limitada capacidad que tiene la persona de almacenar y procesar información en la mente. Cuando a una persona se le pide un juicio sobre, por ejemplo, el presidente de su país, ésta no puede realizar un análisis completo y exhaustivo de todo lo que sabe de él, sino que recurre a la información que tiene más asequible en su memoria. La más asequible es la que ha recibido por los medios de comunicación. Al respecto, es muy posible que una gran parte de ciudadanos encuestados sobre quién ganó en el debate del estado de la Nación no hayan seguido dicho debate; por lo que su opinión está cercenada y, quizás, dirigida, por lo que a priori tenían atesorado en su memoria respecto a quién o cómo se están haciendo las cosas; aderezado todo ello con las crisis actual, donde el presidente es, por adelantado, quien salía peor parado antes del inicio del debate.
En efecto, señalan estos autores que los medios asientan la agenda de temas con los que los ciudadanos juzgarán a los personajes públicos. Así, por ejemplo, si los medios están dando prioridad de cobertura a la situación de la Crisis, como es el caso, cuando a la gente se le pida una valoración de la gestión política del presidente del gobierno, tenderá a emitir su juicio según lo que el presidente haya hecho en política económica, quedando al margen otro tipo de políticas.
Estos autores comprobaron también que los ciudadanos más expertos son los que consumen más información. Pero no son éstos los que acusan más los efectos del priming, sino que son los ciudadanos con menor nivel de educación. Por último, los votantes que tienen opiniones contrarias al líder político se exponen a la información con posturas propias, por lo que son menos vulnerables a los efectos del priming.
La teoría del priming, da un paso sobre la agenda-setting: no se queda sólo en el nivel de las cogniciones sino que alcanza el nivel de los juicios. Sin embargo se limita a dar cuenta sólo de la información que se utiliza en el momento de juzgar, no teniendo en consideración el proceso completo de cómo las personas elaboramos los juicios.
Todo ello nos lleva a pensar que la victoria «pírrica» de Rajoy, según las encuestas, da paso a una derrota en toda regla, puesto que para haber ganado la diferencia porcentual debería haber sido mucho más amplia.
Francisco Roldán
Pte. de la Asociación Española de Consultores Políticos