Y así lo han expresado alto y claro en una iniciativa de I+D absolutamente futurista -respaldada por el fabricante de automóviles BMW- que ahora y hasta el próximo 30 de enero puede verse en la Rambla Cataluña de Barcelona. En esta muestra-exposición al aire libre destacan prototipos como el “Svalia” inspirado en las alas de las golondrinas, impulsado por electricidad y activado mediante un chaleco imantado; el “B-Motion”, que consta de dos piezas -un traje de tejido Spinaker retroiluminado y un skate digital-; el “City Skiling”, que se inspira en el esquí de fondo y requiere de un traje inteligente para su manejo; el “Comme des voitures” -compuesto de un traje tecnológico, un casco Oled, una protección vertebral y unas botas inteligentes con sistema Segway conectadas a cuatro ruedas esféricas- y el Flymag, cuyo lema es el desplazamiento con comodidad, libertad y diversión.
La viabilidad de estos prototipos unidos bajo el lema “el traje que te transporta”, es practicamente nula en el corto y medio plazo, pero lo cierto es que las propuestas creadas por futuros diseñadores y supervisadas por ingenieros, nos sirven de indicativo para averiguar cual es la tendencia en movilidad según las nuevas generaciones y, además, reflexionar sobre la incuestionable inadaptabilidad de nuestras ciudades a otras alternativas que no sean el transporte público y los vehículos tradicionales privados.
El modelo actual de las ciudades merece un ambicioso y esmerado debate, ya que propuestas innovadoras y ecológicas en España como el “bicing” -ensayadas en ciudades de tradición vanguardista como Barcelona- presentan desde el primer momento inconvenientes insalvables y fomentan incluso la mala relación entre conductores, peatones y usuarios de la bicicleta. Estos trabajos -los expuestos por alumnos del IED- presentados por jóvenes equipos de diseño, investigación y desarrollo -aunque inviables por el momento- deben servir a las administraciones y a la sociedad como punto de inicio de una profunda reflexión sobre el advenir que queremos construir.
En un país como España -dónde las inversiones en I+D son practicamente nulas y la colaboración entre la Universidad y la empresa una asignatura pendiente que provoca el empobrecimiento del país y la falta de productividad y competitividad- atender y prestar atención a cualquier esfuerzo en este sentido es fundamental, con el objetivo de que tanto autoridades como sociedad y empresas, comprendan la imperiosa necesidad de inversiones dirigidas a, en definitiva, convertir al país en referencia de excelencia, exportador de talento y modelo de productividad. Una quimera con la que, sin duda, estos jóvenes diseñadores de prototipos han soñado.
Gema Castellano
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