El crítico de arte Louis Vauxcelles fue el que bautizó despectivamente este movimiento – producto de una reacción puntual contra el “Impresionismo”- que se caracterizó por la utilización del color estridente y antagónico. Su mayor exponente fue Henri Matisse, para quién el color era un valor en sí mismo. Los elementos de la “opera prima” de Matisse -las postales japonesas, los contrastes impactantes de colores, la iconografía persa y bizantina o los danzantes- han servido de inspiración un siglo después a Manolo Blahniken la creación de una colección para el próximo Verano 2012, que podríamos definir -en el sentido más positivo de la palabra- como absolutamente “fauve”.
El maestro zapatero por excelencia, que deplora el arquitectónico calzado realizado con plataformas, recurre a la exaltación y a las combinaciones imposibles y poco ortodoxas de los colores para crear una colección magnífica, basada en las exquisitas y refinadas hormas de siempre, a las que ha aplicado diferentes estilos dentro de la paleta de colores “fauvista” insistiendo sobretodo el “tacón”; confeccionado en una extraordinaria y extravagante sucesión de bolas que se alinean con la pierna sofisticando la imagen.
En definitiva, la colaboración con los diseñadores británicos Antonio Berardi y Richard Nicoll, el homenaje a los próximos Juegos Olímpicos, la inspiración griega en las sandalias y una sorpresa para fetichistas -la noticia de que el modelo Sderaraby formará parte desde ahora de la colección permanente- marcan algunas de las novedades de para 2012 de Blahnik; sin olvidar que el puntiagudo salón “BB”tiene desde ahora un hermano llamado “BBR” -de punta redondeada y tacón completamente recto y cuadrado- y que el Sderaraby para 2012 viene en raso negro, en piel color plata y en un divertido lino azul con lunares blancos.
La Colección de Manolo Blahnik Verano 2012 se ha presentado en Barcelona de la mano de Mayka Jiménez, periodista de moda y estilista, que desde principios de 2012 gestiona uno de los ‘showrooms’ alternativos más interesantes en la Ciudad Condal. Su proyecto pretende poner al alcance de la prensa, de los estilistas y de un público elegido las últimas colecciones de las firmas de lujo más exquisitas; una práctica habitual en los circuitos elitistas parisinos, que ahora podremos disfrutar en Barcelona. La iniciativa, centralizada en el exclusivo espacio “Corner 112”, es única; y promete -de la mano de su ideóloga- convertirse en un evento indispensable tanto para las firmas como para el colectivo ‘fashion’. La idea promete ser de lo más interesante.
Gema Castellano