Elementos propios de la moda masculina, como los detalles militares en seda, y los botones en relieve que recuperan el emblema de Fay, ponen el acento en los abrigos exquisitamente femeninos; piezas de culto como el abrigo Virginia se presentan en lana escocesa con el icónico estampado tartán y con cuellos decorados y bolsillos en grosgrain y terciopelo; las americanas hacen un guiño al mundo de la equitación, mientras los acolchados superligeros y las chaquetas se revisan para seguir armonicamente las líneas del cuerpo femenino.
La libertad de diseño de la colección emerge de manera sorprendente en el total look, uniendo el estampado british con un irónico mood naútico, las faldas cortas en tartán se combinan con jerseys multirayas. Azul, rojo, verde bosque: los colores dibujan la herencia clásica, pero se coordinan en un impacto visual que no puede pasar inadvertido.
La mezcla de materiales que Tommaso Aquilano y Roberto Rimondi (Fay) realizan, es protagonista en los accesorios de la temporada: la pequeña y lujosa cartera se propone en dos tamaños. Los zapatos cierran la perfecta combinación de estilos: mocasines de estilo preppy-chic, planos o de tacón alto, zapatillas en terciopelo que, con un rico bordado artesanal, remarcan la identidad de la firma.
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