El rodaje de la película comenzó el 27 de junio en exteriores de Nueva Orleans, Luisiana, y llegará a las salas de Estados Unidos a través de Warner Bros. Pictures, mientras que eOne Films Spain se encargará de distribuirla en nuestro país. El guión, de Alessandro Camon, se basa en la novela gráfica “Una bala en la cabeza”, escrita por Matz (Alexis Nolent) e ilustrada por Colin Wilson, y cuenta la historia de un sicario de Nueva Orleans (Stallone) y un policía de Nueva York (Kang) que forman una alianza para acabar con los asesinos de sus respectivos compañeros.
Alexis Nolent comenta que «Siempre me han gustado mucho las buddy movies(películas de compañeros), que es una auténtica especialidad del cine americano. Estaba dándole vueltas a la idea de escribir una y quería llevar las cosas un poco más allá de lo que estaba acostumbrado a ver. Me encantan las películas como ‘Huida a medianoche’ y ‘L.A. Confidential’, sacada del libro de James Ellroy. Me pareció que sería una idea interesante hacer que un asesino – un sicario – uniera fuerzas con un policía, establecer un vínculo entre dos individuos en lados opuestos la ley, los principios éticos y todo lo demás. Así fue como empecé a darle vueltas a la idea y la fui desarrollando”.
“La historia principal está ambientada en Nueva Orleans, con una historia secundaria. Uno de los personajes procede de Nueva York, mientras que el otro es de Nueva Orleans. Siempre me ha gustado mucho Nueva Orleans y su música, además de que allí hay cierto nivel conocido de corrupción, y me pareció un buen concepto narrativo con el que jugar. Así que esos son los ingredientes que utilicé”.
Acerca del rodaje en Nueva Orleans y en Luisiana
El diseñador de producción Toby Corbett no podría haber estado más encantado por tener ocasión de trabajar en Nueva Orleans. “Nueva Orleans es evidentemente una ciudad muy antigua. Tiene una maravillosa historia de numerosas culturas que se acaban más o menos juntando en esta pequeña isla en la curva más estrecha del río Mississippi. Ofrece un montón de texturas maravillosas, y colores, y arquitectura; detalles que aportan mucho a ciertos aspectos de nuestra película. Queríamos dotar de un cierto ambiente caliente, tórrido y libertino al filme y al mundo en el que viven estos personajes”, agrega Corbett. “Aquí lo tenemos todo. ¡Prácticamente no hay más que poner la cámara en marcha! He creado algunos sets en los que podamos divertirnos, a fin de captar la acción de la película, pero la ciudad en sí es realmente un personaje, que se presta perfectamente a una película de esta naturaleza”.
El final de ‘Una Bala En La Cabeza’ se desarrolla en una enorme central eléctrica abandonada. “Es la vieja central de Entergy”, explica Corbett, “que es la compañía eléctrica local. Lo que me atrajo en un primer momento de ella es que es donde Walter Hill dirigió su ópera prima, ‘El luchador’, protagonizada por Charles Bronson, en 1975. Así que pensé: ‘Bueno, pues creo que deberíamos rodar aquí también esta película’. Me parecía apropiado, y se presta perfectamente a una secuencia de lucha ideal. Había una gran escena de lucha en ‘El luchador’ que se producía en la misma zona que íbamos a usar. No iba a ser lo mismo, pero me pareció que sería como una especie de regreso al punto de partida. Y es un edificio estupendo, de principios del siglo pasado, con enormes ventanales tipo catedral y maquinaria gigantesca, que se usaba para generar energía. Así que era perfecta para la secuencia de acción, porque tiene un aspecto muy gráfico que ofrece más o menos un tipo de composición perfecta, como en una novela gráfica”.
Uno de los exteriores más divertidos e insólitos de Nueva Orleans fue Scout Island, rodeada del pantano de City Park, donde se halla el “piso franco” de Jimmy Bobo, que acabará volando en pedacitos. La única pega de los efectos especiales aquí era que el equipo de rodaje tenía que tener mucho cuidado con los árboles y el follaje alrededor de la “casa”. El huracán Katrina causó daños muy graves a los árboles y toda la flora en general de este enorme parque, situado en mitad de la ciudad de Nueva Orleans. El equipo tuvo que contenerse mucho con la explosión, porque no se nos permitía comprometer nada de la repoblación y reforestación. Los supervisores de efectos visuales Richard Edlunds y Helena Packer-Burnson tendrían que encargarse en posproducción de realzar la explosión para la gran pantalla.
En la actualidad, Luisiana se ha convertido en el destino de rodaje de muchas producciones de cine y televisión. Como el estado cuenta con una gran diversidad de exteriores, los cineastas pueden confiar en que Luisiana es el mejor lugar para rodar su proyecto. La gran variedad de paisajes de Luisiana ofrece localizaciones que van desde la típica ciénaga y plantación, a sus grandes ciudades, con auténticos centros urbanos y poblaciones de todas las formas, estilos y tamaños, que pueden hacer las veces de cualquier otro lugar de Estados Unidos. El benigno clima se presta a poder realizar rodajes a lo largo de todo el año y los residentes de Luisiana son la personificación de la hospitalidad sureña, encantados de acoger producciones de todos los tamaños. El estado, con su rica historia cultural, es motivo de gran orgullo para sus ciudadanos. ¡Luisiana lo tiene verdaderamente todo!
La ciudad de Nueva Orleans ofrecía una paleta rica y sensual, ideal para evocar la textura visual de cine negro que la película precisaba. Cada uno de los distritos es algo único en sí mismo. E incluso cuando se está filmando en una noche con una ligera niebla, en un embarcadero desierto, en la ribera oeste del río Mississippi, en la localidad de Gretna, con nuestro reparto en primer plano y el amplio puente sobre el río Mississippi, que dirige la vista hacia la silueta urbana del centro de Nueva Orleans de fondo, iluminada en colores pastel, siempre resulta algo mágico y evocador.
Los exteriores se seleccionaron con gran esmero para que se acomodaran al guión y a la historia. El distrito central empresarial, el centro de comercio de Nueva Orleans, que se extiende desde el Superdome de Luisiana al río Mississippi, e incluye el centro de convenciones Ernest N. Morial, el Harrah’s Casino, así como numerosos hoteles de lujo y restaurantes de fama mundial. El rodaje también pasó por el distrito jardín y la zona residencial, un barrio de clase alta con la famosa Magazine Street como arteria principal. El distrito jardín es quizá el más espléndido de todos los de Nueva Orleans, famoso por sus casas solariegas, rodeadas de amplios jardines y zonas verdes, el cementerio sobre el nivel del suelo Lafayette No. 1, y el famoso Commander’s Palace (Palacio del Comandante).
Cada una de las localizaciones que aparecen en el filme se eligió con sumo cuidado para el rodaje, a fin de proporcionar una gran variedad, sabor y textura al ambiente de cine negro de la película.
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