Es realmente ‘la 080‘ una pasarela ‘singular‘. Tanto, que no está siendo nada fácil para la organización explicar un proyecto, que requiere desglosar el término ‘global‘ en tantas vertientes como aspectos creativos tiene la moda. En una ocasión, cuando todavía este evento era incipiente, desde este Medio lo calificamos de ‘cajón de sastre‘-donde todo cabe- y al final tenemos que reconocer que ésto no es en absoluto una característica que lo negativice. Muy al contrario, convendremos en que, al fin y al cabo, no deja de ser un reflejo de la nueva contextualización de la moda, la cual, en los foros más vanguardistas, ya no tiene sentido, en su versión más innovadora, sin una estrecha conexión con el arte, la cultura, la sostenibilidad o los diferentes movimientos sociales.
Digamos que la Pasarela 080, la ‘incomprendida‘, va por delante del fenómeno ‘Fashion Week‘, ya tan añejo y desfasado en todas sus capitales históricas, pero todavía no ha conseguido captar la atención de los gerifaltes que mueven el business, en la industria internacional de la moda. Parece que los múltiples atractivos de Barcelona -incluidos los diferentes emplazamientos del certamen, en esta ocasión el conjunto modernista del Hospital de Sant Pau– y el contenido de la ‘080‘ como argumento para obtener un retorno -desfiles, conferencias, presentaciones de libros etc- no son todavía suficientes para que los que mandan en lo fashion cojan un avión con destino ‘a la 080‘, pero todo se andará.
Digamos que la Pasarela 080, la ‘incomprendida‘, va por delante del fenómeno ‘Fashion Week‘, ya tan añejo y desfasado en todas sus capitales históricas, pero todavía no ha conseguido captar la atención de los gerifaltes que mueven el business, en la industria internacional de la moda… de momento.
Los que sí vuelven son los chicos del Bread and Butter. Esos mismos que no tuvieron ningún inconveniente en regresar a Alemania y dar la espalda a Barcelona, tras una buena oferta de las autoridades berlinesas. Nada que objetar. Al fin y al cabo, la feria Bread & Butter es un evento privado, que tiene el derecho de instalarse donde quiera y pueda, y el deber de ofrecer el mejor emplazamiento y el máximo retorno, a las marcas que participan. Dicen que traerán su versión de invierno. Esperemos que se convierta en un elemento más que sume, en el proyecto de moda de Barcelona que, algún día, debería dejar a un lado las subvenciones.
El Bread and Butter, evento de ADN germano que alcanzó la cima del éxito durante las ediciones que celebró en Barcelona, vuelve a la ciudad condal pero deberá armonizar con las demás actividades de la industria de la moda de la ciudad; y en este sentido sí se impone un consenso.
En definitiva, la valoración de la 14 edición del evento 080 Barcelona Fashion es discretamente más positiva que las ediciones anteriores y se nota que sus organizadores están realizando un gran esfuerzo para que el proyecto funcione. No es fácil, pero el cierre de la pasarela de la mano de la firma Scalpers, ha dejado un muy buen sabor de boca y las ganas de que otras influyentes vayan llegando para dar visibilidad a las emergentes.Ver personajes internacionales relacionados con el business fashion más erudito, como Naty Abascal o Lapo Elkann, pululando por backstage, prestigia, sin duda, un proyecto que en esta edición se ha caracterizado por la proliferación de los desfiles de hombre. Pura casualidad, o no, a juzgar por los datos, que dejan intuir un aumento significativo del sector de moda para hombre en el mercado internacional.
Desigual, Scalpers, Georgina Vendrell, Guillem Rodríguez -quien ha recibido una mención especial del jurado- Bóboli (niño), CND by Cóndor, Custo Barcelona, Josep Abril, Yerse, Brain&Beast, Krizia Robustella, Manuel Bolaño, Punto Blanco, Slazenger, Zazo&Brull, Torras, Pablo Erroz y BCN Brand, han apostado por dar protagonismo a las colecciones masculinas, una tendencia indiscutible que refuerza Moda Fad, el indispensable desfile de las promesas de futuro.
En definitiva, parece que Barcelona comienza a consolidar un proyecto global de moda propio. Veremos cómo se integran en él otros actores complementarios. Se abre el debate.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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