Situado en una ladera, dominando los espectaculares valles de la zona, el Hotel Iturregi disfruta de una ubicación privilegiada, rodeado por un frondoso jardín y por viñedos dedicados al txakolí. En una granja antigua, que ha sido cuidadosamente reconstruida y restaurada, por la arquitecta Marina Lertxundi y sublimemente decorada por el interiorista Daniel Rotaetxe, este lugar es un remanso de paz que ofrece alojamiento de lujo en sus ocho exclusivas habitaciones y suites. En el año 2013 fue elegido por la revista británica “Food and Travel” como uno de los seis mejores hoteles del mundo.
Actividades
La tranquila ubicación rural del lugar lo hacen ideal para explorar esta zona del País Vasco. Las bonitas localidades costeras de Getaria, Zumaia y Zarautz están muy cerca y sus espléndidas playas son un paraíso para los entusiastas de los deportes acuáticos, especialmente para los surfistas, que consideran sus olas entre las mejores de Europa. Los aficionados a la bicicleta de montaña y los excursionistas también encontrarán infinidad de rutas y senderos; incluso el Camino de Santiago, que pasa muy cerca de los terrenos de la finca en su ruta costera. El hotel también proporciona visitas a viñedos colindantes y bodegas de txakoli.
Spa
Para aquellos que quieran permanecer en el interior del hotel el establecimiento ofrece un amplio abanico de rituales de bienestar y belleza en un ambiente que seduce los sentidos. Sutiles aromas, música relajante, iluminación tenue y el toque terapéutico de un profesional logran que el huésped tenga una experiencia irrepetible en la intimidad de su habitación.
El hotel
El Hotel Iturregi tiene un acogedor salón, un gran porche y una bonita sala acristalada, todo perfecto para momentos de relajación y paz. Los huéspedes también pueden disfrutar de la gran piscina, rodeada por el enorme jardín del hotel, con exuberantes prados, fuentes, estanques y plantas aromáticas. El establecimiento combina un interior de estilo moderno y clásico con un exterior que se integra naturalmente en el escenario pintoresco que lo rodea.
Habitaciones
• Habitación Orio: situada en la primera planta, esta habitación tiene un gran cuarto de baño y vistas a las montañas de los alrededores y a la piscina.
• Habitación Askizu: esta habitación de gran tamaño tienen un cuarto de baño de mármol negro muy especial. Las vistas desde el gran ventanal incluyen la localidad de Askizu y la campiña de los alrededores.
• Habitación Zumaia: esta amplia habitación tiene una superficie de 40 m2 y está situada en la esquina de la primera planta. Es muy luminosa y ofrece vistas a las montañas de los alrededores.
• Habitación Jaizkibel: los huéspedes pueden disfrutar de magníficas vistas al mar desde la bañera, situada justo bajo la ventana del cuarto de baño.
• Habitación Igeldo: situado en una esquina de la primera planta, la habitación Igeldo ofrece vistas de la costa vasca desde el dormitorio y vistas al campo desde el cuarto de baño.
• Habitación Zarautz: esta es la habitación doble de mayor tamaño (44 m2). Tiene un pequeño salón integrado y ofrece unas vistas impresionantes de la bahía de Zarautz y de la costa vasca.
• Habitación Suite Iturregi: con vistas a los paisajes de los alrededores y a la piscina, tiene una superficie de más de 50m2 y ofrece una sala de estar muy acogedora y un cuarto de baño muy grande.
• Habitación Suite Getaria: esta suite tiene una superficie de más de 60 m2, con un amplio balcón desde donde los huéspedes pueden disfrutar de vistas panorámicas de la costa vasca y del famoso faro de Getaria.
Dónde comer
El hotel no tiene restaurante, lo que permite al visitante explorar la pequeña localidad costera de Getaria. Cuna de personajes tan prestigiosos como Juan Sebastián Elcano y Cristóbal Balenciaga, su puerto pesquero alberga numerosos asadores como el Kaia-Kaipe. Fundado en 1962, este restaurante es el Kilómetro Cero de la gastronomía vasca. Un lugar donde el comensal se encuentra con producto en estado puro que no necesita de artificios ni de tarjetas de presentación.
Iturregi probablemente sea el último reducto de una cultura, la vasca, donde sus habitantes saben que la autenticidad de la vida está en la sencillez de los pequeños momentos.
Gustavo Egusquiza @GusEgusquiza
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