En la mayoría de los casos, es recomendable que el periodo de lactancia dure al menos un año, pero este puede finalizar cuando la madre considere que su hijo está listo para el destete, por lo que no supone ningún problema que el proceso se alargue durante unos meses más hasta que el bebé esté preparado para ello.
¿Cómo llevar a cabo el destete?
Cuando tu bebé está preparado para el destete, el proceso comienza de manera gradual: “Hay que tener en cuenta que no hay ninguna prisa y que por lo general, se trata de un proceso lento y en ocasiones difícil” – cuenta Paula Camarós, matrona colaboradora de Lansinoh España.
Entre los consejos que da Paula, estos serían los más importantes a seguir:
1/ Saltarse una toma de la leche materna. Es la forma más habitual de comenzar a introducir otra clase de alimentos: “En estos casos, se cambia un biberón de leche materna por uno de leche de continuación y se observa cómo le sienta al bebé. Dependerá de cada uno, por lo que es importante que observes cómo le sienta y consultes con el pediatra ante cualquier duda”.
2/ Acortar el tiempo en cada toma. Según el tiempo que dure la toma de tu bebé, acórtalo al menos diez minutos, de esta forma, después de una toma de leche más breve, puedes incorporar uno de los nuevos alimentos para ver cómo reacciona: “No olvides que la leche materna debe ser el alimento principal al que se le van incorporando los nuevos alimentos de manera progresiva”.
3/ Seguir su digestión. “Es importante estar alerta para analizar cómo le están sentando los nuevos alimentos al pequeño, así como llevar un seguimiento de su digestión por si tuvieses que modificar algo o simplemente continuar avanzando con el proceso de destete”.
Por último, no olvidar que cuando sea el momento de dejar de dar el pecho a nuestro bebé, lo más importante es no abrumarse ni hacerlo con prisas, ya que no sólo supone un cambio para él, sino también para la madre, tanto a nivel físico como hormonal: “Ante todo, paciencia y delicadeza tanto con una misma como con el bebé”.