Un momento entre mujeres para mujeres con propósito. Y es que aunque el género opuesto no lo entienda, solo las mujeres comprenden lo terapéutico que resulta contemplar atardeceres infinitos, descansar del bullicio de sus pensamientos y compartir conversaciones infinitas con ellas mismas.
Con un perfil fuerte, independiente y moderno, muchas veces lo único que una mujer desea es volver a ser una niña y disfrutar del placer de ser consentida. Con el fin de reconectar con la “niña interior” de esas mujeres poderosas con vidas ocupadas, Finca Valdelaseras- Casa Rural de lujo, las invita a participar en «Healing en la Frontera«, un retiro espiritual diseñado para compartir con otras inspiradoras mujeres: amigas, primas, tías o madres. Valdelaseras es un encantador espacio ubicado en La Codosera (Badajoz), en la frontera entre España y Portugal, que se convierte en un verdadero oasis de serenidad y estilo.
Rodeada de majestuosos olivares y alcornoques centenarios, este epítome del lujo, ofrece a sus visitantes una experiencia incomparable donde desconectar es solo el comienzo de un viaje de sanación.
La casa, situada en una finca impregnada de historia y diseño, está decorada con amplias terrazas que brindan vistas panorámicas del paisaje circundante. Aquí, los verdes y plateados de los olivares se mezclan con la calma de un entorno virgen. Desde su apertura, ha sabido atraer a los amantes de la naturaleza, la cultura y el buen gusto.
Retiros espirituales de reconexión y meditación
Cada mes, Finca Valdelaseras albergará retiros enfocados en la reconexión con el Ser y la evolución de la consciencia, los cuales combinarán una serie de actividades tales como: vinculación y desarrollo de la consciencia corporal con prácticas de hatha yoga y educación somática; círculos de evolución con dinámicas y rituales basados en la sabiduría ancestral de los pueblos raíces de la Tierra; y prácticas de visualización y meditación guiadas adaptadas a todos los niveles.
Este tipo de retiro es un inicio a la inmersión en la espiritualidad individual, que pone en stand by las preocupaciones del participante y le aporta conocimientos sobre técnicas de reconexión con el cuerpo físico y de limpieza, elevación y armonización de los niveles de energía, basadas en la educación somática y el yoga, la alimentación natural y energética y las sabidurías ancestrales. Con estas actividades el participante aprenderá a enfocarse en su crecimiento personal desde una perspectiva más introspectiva, a partir de la cual sabrá cómo elevar su nivel de vitalidad y su claridad mental y ponerle freno al estrés en cuanto se lo proponga.
La preventa de la Experiencia “Healing en la Frontera” tuvo lugar del 11 al 13 de octubre, y la primera edición oficial, será en noviembre. Además de los retiros, los alrededores de la finca ofrecen diferentes actividades para reconectar con la naturaleza, siendo posible visitar pueblos medievales portugueses cercanos, disfrutar de su piscina exterior o realizar alguna ruta de senderismo y visitas a caballo.
La Almazara de un aceite excelente
Entre los olivares de la zona se alza una almazara de última generación. La proximidad a los cultivos permite que pase muy poco tiempo desde la recolección hasta su transformación y envasado. El Aceite Valdelaseras es un producto excepcional de pureza extrema, elaborado exclusivamente con el zumo de aceitunas mediante la primera extracción en frío.
Finca Valdelaseras cuenta con un espacio de trabajo de amplias dimensiones donde es posible obtener un producto aceite de oliva virgen extra, reiteradamente premiado por su excelencia durante estos primeros cuatro años que tiene en el mercado.
Un enclave para hacer turismo religioso
A solo unos pasos de la finca de Valdelaseras, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila, un enclave fascinante para el turismo religioso. Este lugar, de gran importancia espiritual, fue el escenario de apariciones marianas en 1945, reconocidas recientemente por el Vaticano.
En medio de la posguerra, dos jóvenes locales, Marcelina y Afra, afirmaron haber visto a la Virgen bajo la advocación de Dolorosa en el entorno natural de los castaños, en un acto que marcó la historia de la región. Hoy en día, el Santuario Diocesano acoge a devotos de España y Portugal, ofreciendo un espacio de paz y recogimiento, ideal para la reflexión espiritual y la búsqueda de consuelo.