Una investigación liderada por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) ha revelado un fascinante secreto de los musgos y hepáticas: estas plantas emiten compuestos orgánicos volátiles (COV) que podrían ayudarles a sobrevivir y adaptarse al estrés ambiental.
El estudio, liderado por la investigadora Ana María Yáñez-Serrano, analizó 26 especies diferentes de briófitos y descubrió que estas pequeñas plantas, consideradas entre las primeras colonizadoras de la Tierra, tienen un lenguaje químico que aún estamos empezando a descifrar. Los COV desempeñan funciones esenciales en otras plantas superiores, como la comunicación, la defensa frente a depredadores y la aclimatación al cambio climático. Ahora, se abre la posibilidad de que los briófitos también utilicen estas estrategias químicas.
Un lenguaje químico para sobrevivir
Los compuestos volátiles emitidos por los musgos, como el isopreno y el limoneno, tienen un doble propósito: proteger a las plantas del estrés térmico y repeler posibles depredadores. En condiciones de altas temperaturas, los isoprenoides reducen los radicales libres en las hojas, mitigando los efectos del calor y la desecación. Por su parte, el limoneno actúa como un repelente químico natural.
Según Yáñez-Serrano, “esta investigación nos ayudará a comprender mejor cómo se comunican los briófitos y qué desencadena la emisión de compuestos volátiles”. Aunque todavía no se conocen todas las funciones de estos compuestos en los musgos, el estudio abre nuevas líneas de investigación para entender su papel en la ecología y su contribución al equilibrio de los ecosistemas.
Diversidad en las emisiones
El estudio también muestra que no todas las especies de briófitos «hablan» de la misma forma. Algunas son grandes emisoras de COV, especialmente cuando tienen una alta productividad fotosintética, lo que les otorga una ventaja competitiva al repeler de manera más eficaz a los depredadores. Otras, sin embargo, emiten cantidades mucho menores de estos compuestos.
Un ejemplo destacado es el musgo Hamatocaulis vernicosus, que puede detectar los compuestos emitidos por otra especie, Sphagnum flexuosum, lo que influye en su propio crecimiento y en la composición de sus emisiones.
Implicaciones frente al cambio climático
El estudio sugiere que las emisiones volátiles de los musgos aumentan con la temperatura, lo que podría indicar un mecanismo natural de protección frente al cambio climático. En zonas boreales y tropicales, donde los briófitos cubren grandes extensiones de suelo, sus emisiones químicas pueden influir en la química atmosférica al actuar como precursores de aerosoles que afectan la formación de nubes y la radiación solar.
“Los briófitos son pequeños pero tienen un impacto significativo en los ecosistemas”, comenta Yáñez-Serrano. Su capacidad para adaptarse a condiciones extremas y su interacción química con el medioambiente subraya su relevancia ecológica y su potencial para ayudar a mitigar los efectos del cambio climático.
Retos en la investigación
Medir las emisiones volátiles de los briófitos no ha sido tarea fácil. Estas plantas son extremadamente sensibles, y cualquier cambio en su entorno puede alterar la cantidad o el tipo de compuesto que emiten. Para superar este desafío, los investigadores utilizaron cámaras de medición de fotosíntesis en ecosistemas de montaña del noreste de España.
Según los autores del estudio, el enfoque innovador y riguroso empleado ha permitido obtener una visión más clara de cómo los briófitos interactúan químicamente con su entorno, sentando las bases para futuras investigaciones.
Un papel crucial en los ecosistemas
El estudio destaca la importancia de los briófitos en el equilibrio del planeta. Aunque a menudo pasan desapercibidos, estos organismos tienen mucho que enseñarnos sobre resiliencia y adaptación. En palabras de Yáñez-Serrano, “en un contexto donde el cambio climático pone en riesgo la biodiversidad global, estas diminutas pero extraordinarias plantas nos recuerdan que en la naturaleza no hay nada insignificante”.
Este estudio, que cuenta con la participación de investigadores de instituciones como el CREAF, la Universidad de Barcelona, el IRTA y centros internacionales, ha sido publicado en la revista científica Science of The Total Environment.
Artículo de referencia:
Yáñez-Serrano, A.M., Corbera, J., Portillo-Estrada, M., Janssens, I.A., Llusià, J., Filella, I., Peñuelas, J., Preece, C., Sabater, F., Fernández-Martínez, M. (2024). Drivers of biogenic volatile organic compound emissions in hygrophytic bryophytes. Science of The Total Environment, Volume 946. ISSN 0048-9697. DOI: 10.1016/j.scitotenv.2024.174293
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2024). ChatGPT (versión 3.5). OpenAI).