Un total de 16 puertos catalanes participan en el proyecto ‘Digital Marine Litter Passport’ (DMP), una iniciativa impulsada por la Fundación Ecoalf, la ONG ITWILLBE y el Instituto Tecnológico del Plástico AIMPLAS. Gracias a este programa, los residuos extraídos del mar por cofradías pesqueras están siendo transformados en materiales reciclados para darles una segunda vida, convirtiéndolos en productos como bloques de yoga u otros objetos deportivos.
La iniciativa forma parte del Programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y está cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA).
Innovación tecnológica y trazabilidad de los residuos
El proyecto DMP no solo busca limpiar los mares, sino que además está desarrollando una plataforma digital basada en tecnología blockchain para garantizar la trazabilidad integral de la basura marina. Los residuos recogidos por los pescadores son gestionados de acuerdo con estrictos protocolos medioambientales y posteriormente reciclados por AIMPLAS para su reutilización en nuevos productos.
Los 16 puertos catalanes que participan en el programa son:
- Girona: Llançà, Port de la Selva, Roses, Palamós, Blanes.
- Barcelona: Arenys de Mar, Badalona, Barcelona, Vilanova i la Geltrú.
- Tarragona: Tarragona, Cambrils, L’Ametlla de Mar, L’Ampolla, Deltebre, Sant Carles de la Ràpita, Les Cases d’Alcanar.
Además, el proyecto también involucra a 15 puertos de la Comunidad Valenciana y 4 de la Región de Murcia, extendiendo así su impacto a lo largo del litoral mediterráneo.
Economía circular y sostenibilidad marina
Uno de los objetivos principales de DMP es maximizar la cantidad de basura marina reciclada, introduciendo el mayor volumen posible de estos residuos en el producto final sin comprometer su calidad. Para ello, AIMPLAS ha desarrollado un piloto de reciclaje mecánico que acondiciona los residuos marinos y facilita su transformación en nuevos materiales útiles.
Este enfoque no solo impulsa la economía circular, sino que también fomenta la transparencia en la gestión de los residuos y sensibiliza a los consumidores finales sobre el impacto ambiental y social de los productos que utilizan.
Andrea Ruzo, directora de la Fundación Ecoalf, destaca que la basura marina es un problema muy heterogéneo, pero que gracias a este programa es posible darle un nuevo uso a materiales como el plástico. «Cuando los materiales reciclados se transforman en nuevos productos, el consumidor puede conocer su origen y tomar decisiones de compra responsables», subraya Ruzo.
Igualdad de género e impacto social en el sector pesquero
Más allá del reciclaje y la protección medioambiental, el proyecto DMP también busca promover la igualdad de género dentro del sector pesquero, históricamente dominado por hombres. Las cofradías participantes están trabajando activamente para visibilizar el papel de las mujeres en la industria y potenciar su participación en la toma de decisiones.
Por otro lado, la ONG ITWILLBE está analizando el impacto social de la labor voluntaria que realizan los pescadores que participan en el proyecto. Para ello, ha llevado a cabo visitas a puertos de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía, donde ha organizado sesiones formativas y entrevistas con las cofradías.
«Debemos ser capaces de visibilizar y dar a conocer lo que el sector está haciendo por todos sin recibir ni esperar nada a cambio. Mostrando con datos el impacto de su acción voluntaria, seremos capaces de lograr que la sociedad les valore, algo que es justo y necesario», concluye Ruzo.
El proyecto DMP cuenta con el apoyo estratégico de Ecoalf Recycled Fabrics y Ecoembes como entidades colaboradoras, y se consolida como una iniciativa clave para la conservación de los océanos y la protección del medio ambiente.
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 4). OpenAI).