Una creciente evidencia científica está redefiniendo los efectos de las conductas paternas sobre la salud de la descendencia. El tabaquismo iniciado en edades tempranas, especialmente durante la adolescencia, podría no solo afectar al propio fumador, sino dejar una huella duradera en la salud biológica de las generaciones futuras.
Durante el reciente congreso de la European Respiratory Society (ERS) se presentó un estudio multicéntrico que refuerza esta preocupación. La investigación demuestra que los hijos de padres que comenzaron a fumar antes de los 15 años presentan signos de envejecimiento biológico acelerado. Esto significa que su “edad biológica”, calculada a partir de marcadores epigenéticos, es superior a su edad cronológica, lo que los sitúa en un mayor riesgo a lo largo de su vida de padecer enfermedades como cáncer, artritis o deterioro cognitivo.
El análisis se realizó mediante perfiles de metilación del ADN en muestras de sangre. Esta técnica epigenética permite estimar con precisión la edad biológica, basada en los patrones moleculares que regulan la expresión genética sin alterar la secuencia del ADN. Los resultados mostraron que estos hijos —incluso cuando nunca han fumado— presentan entre 9 y 12 meses más de edad biológica que la cronológica.
Los resultados mostraron que estos hijos —incluso cuando nunca han fumado— presentan entre 9 y 12 meses más de edad biológica que la cronológica.
Lo novedoso del estudio no solo reside en el hallazgo en sí, sino en el periodo crítico en que estas modificaciones tienen lugar: la adolescencia masculina. Se trata de una ventana de especial vulnerabilidad, en la que la exposición a sustancias tóxicas, como la nicotina, puede alterar de forma duradera el material hereditario de los espermatozoides. Dichas modificaciones epigenéticas pueden ser posteriormente transmitidas a la descendencia, afectando su desarrollo y salud a largo plazo.
Este descubrimiento profundiza en una línea de investigación que ya había mostrado vínculos entre el inicio temprano del tabaquismo en varones y un mayor riesgo de asma y disfunción pulmonar en sus hijos. Sin embargo, el nuevo estudio aporta un dato de particular relevancia: los efectos nocivos del tabaquismo paterno se extienden más allá del sistema respiratorio e impactan en el proceso de envejecimiento celular de la progenie.
En términos de salud pública, el mensaje es directo: las conductas adictivas en la adolescencia, particularmente el consumo de tabaco o nicotina mediante vapeadores, no solo comprometen la salud individual, sino también la de generaciones futuras.
En términos de salud pública, el mensaje es directo: las conductas adictivas en la adolescencia, particularmente el consumo de tabaco o nicotina mediante vapeadores, no solo comprometen la salud individual, sino también la de generaciones futuras. Es necesario reconsiderar las estrategias de prevención dirigidas a los jóvenes, no solo por el daño que puedan infligirse a sí mismos, sino por el legado epigenético que podrían transmitir.
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 2025-10-02). OpenAI)