La liga recreativa de los Gloucester Dragons, en la que participan 3.000 niños entre 4 y 18 años, pretende de esta forma foemntar la deportividad por encima de la competitividad. Esta norma sustituía a otra anterior y similar, la del límite de 5 goles de misericordia, que limitaba los tantos en el marcador a una diferencia máxima de 5 goles. Por encima de 5 tantos, ni se contaban ni se reflejaban en las actas. Este guiño de complicidad intenta proteger el recién aprendido concepto de autoestima de los niños.
La noticia saltó a los medios en Junio de 2010 y se hizo eco el National Post: en un nuevo intento por proteger el incipiente concepto de autoestima de los niños que juegan en la liga de fútbol infantil se incorporaba una nueva regla. Si uno de los equipos metía más de 5 goles, perdía automáticamente el partido. Otras voces defienden ‘disminuir’ temporalmente la capacidad del equipo aventajado reduciendo el número de jugadores en el campo en vez de que se pierda el partido si se adelantan por 5 goles en el marcador.
Las nuevas reglas animan a los entrenadores a rotar las posiciones de los jugadores en el terreno de juego; apoyarse más en el resto de componentes del equipo; rotar el banquillo; crear más espectáculo e idear jugadas; animarlos a realizar lanzamientos desde más distancia; usar ‘la zurda’… La iniciativa partió de unos padres preocupados por las desigualdades existentes en los equipos esa temporada y tras ver como las ‘goleadas’ afectaban negativamente en el estado emocional de los niños. La medida tendría carácter temporal mientras se definiera una fórmula de evaluación de las habilidades de los chicos en la pre-temporada, de forma que los equipos estuvieran más equilibrados.
Pero no todo son parabienes; aproximadamente un 1% de los padres se mostraron en contra de estas medidas alegando que es una forma artificial de proteger a los niños y de protegerlos excesivamente ante los problemas de la vida real »donde nadie va a mitigar los efectos de los problemas…» y »esta política puede ser contraproducente en la educación de los niños para enfrentarse a la vida real»
El caso es que ahora los partidos son más divertidos: cuando uno de los equipos llega al límite de 5 goles, se ‘dejan’ meter un gol y entonces ya pueden intentar meter otro. Son partidos en los que todos los niños disfrutan, especialmente los más pequeños. El objetivo es claro: aumentar la deportividad y evitar que los niños perdedores se sientan como… Brasil ayer.
JAE
Fuente: National Post
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