Evidentemente, según podemos deducir de sus comentarios, Julio Medem se metió en un buen lío cuando viajó a aquella isla intentando escapar de la obsesión en la que lo había sumergido el hecho de terminar su última película, » Los Amantes del Círculo Polar», y sus sentimientos de culpa por haber dado a su personaje, Ana, un final tan triste y devastardor, seguramente influenciado por su manía de no desear implicarse en la vida de sus personajes y de seguir los acontecimientos desde fuera. + Complejo de culpabilidad?, pudiera ser. En cualquier caso, Meden viajaba a esa pequeña isla mediterránea con un nombre en la cabeza, Lucía, a la que se sentía obligado a procurarle un final de historia c lido y esperanzador, muy diferente al de Ana. Luc¡a de alguna manera vengar¡a a Ana ante el director y ante el poblico, pero para eso este necesitaba encontrar urgentemente un argumento.
La sensaci¢n de limpieza que el autor sinti¢ cuando viajaba en el barco, de dejar atr s todo lo que hab¡a hecho hasta entonces, de llegar a un sitio nuevo que no conoc¡a, en definitiva, de iniciar una etapa nueva, lo arrastr¢ tambi’n a pensar que Luc¡a tambi’n necesitaba volverse nueva en esa isla, escapar de una tragedia. ¥ Una joven que necesitaba escapar de una tragedia!. Meden ya ten¡a un m¢vil.
El director de » Luc¡a y el Sexo» pas¢ d¡as en esta isla renov ndose. Inund ndose de sol y luz, sin mas pretensi¢n que la de tomarse su tiempo y sintiendo que desde el momento de su llegada sonreir¡a a » todo ese tiempo desconocido » que le quedaba antes de su partida.
Meden no imaginaba entonces sexo para su nuevo personaje,- tal y como Luc¡a afirma en una escena del film cuando ya se encontraba en la isla en pleno per¡odo de renovaci¢n: » Ahora no quiero sexo» -, pero no puede negar que aon inconscientemente, todo all¡ lo arrastraba hacia esa idea. » …en la perspectiva de un estrecha y recta carretera vi emerger un faro», narra Meden refiri’ndose a su visita a la isla. » Tengo que reconocer que el hecho de que esta imagen me recordara a una erecci¢n no me interes¢ nada», concluye. » Me detuve asombrado ante un gran agujero socavado en la roca del suelo y apart’ la graciosa relaci¢n sexual entre el agujero y el faro». Ni que decir tiene que inconscientemente Meden ya hab¡a decidido hasta donde pod¡a llegar esa historia, pero no pudo ni imaginarlo entonces. Ni siquiera se percat¢ de la importancia simb¢lica de » escapada en retroceso» , de reinvenci¢n que este agujero tendr¡a posteriormente para su personaje central, Luc¡a, otro perteneciente al » pasado» de esta, Lorenzo, para el entorno de todos ellos e incluso para ‘l mismo.
En ese momento, Meden ya ten¡a tres personajes, Luc¡a, Carlos y Elena, que se encuentran en una isla y que solo tienen en comon una tragedia de la que quieren escapar, y una idea surrealista que roza el absurdo sugerida por el famoso » agujero»: «La isla estaba toda agujereada por dentro, tanto que no exist¡a ni un solo trozo de roca que la uniera al fondo del mar», era un trozo de tierra que flota como una balsa. » Los d¡as de mar gruesa la gente de aqu¡ se marea y nadie sabe porque. Es rugosa y horrible», comentar¡a despu’s Carlos a Luc¡a sobre la isla en un momento del di logo entre ambos. En ese momento Meden ya ten¡a t¡tulo para su film: » Luc¡a, un rayo de sol». » Menos mal que nunca la rod'», afirmaba tiempo despu’s el director.
De regreso a Madrid Meden deb¡a encontrar un pasado para esos tres personajes que hab¡a dejado en la isla, sobretodo el de Luc¡a, y esa idea sugerida por aquel faro que en su d¡a aparc¢, lo asalt¢ convirti’ndose en el motor de la historia. A partir de entonces, el sexo marcar¡a el pasado su personaje principal. Perfecto. Comenz¢ a inventar el pasado de esos personajes mas el de Lorenzo, un mosico amante de Luc¡a, y volvi¢ a la isla con la intenci¢n de unir de alguna manera los dos guiones, el urbano ( pasado de los personajes) y el isle_o ( presente). » El resultado fue un emplasto», comentar¡a el autor . » Lo que ten¡a entre mis manos era lo m s mec nico e indigesto que hab¡a hecho nunca».
Meden necesitaba dejar de inventar los trayectos de los personajes, de implicarse. Alguien deb¡a marcar los destinos de esos personajes, arrastrarlos, apresarlos, pero ese alguien deber¡a estar en la historia misma. En aquel momento el director pens¢ que Lorenzo no deb¡a ser mosico, sino escritor. Los personajes de Lorenzo y Luc¡a adquieren una estrech¡sima relaci¢n de intimidad desde este momento. » La lectora y el escritor, la sugestionada y el sugestionador, la realidad y la ficci¢n…». La relaci¢n de intimidad extrema, donde el sexo es desgarrador y definitivo, solo se produce entre qui’n fabrica la ficci¢n y qui’n la recibe, de mutuo acuerdo. » Ellos se sienten libres y protegidos». Se imaginan en otros personajes y se preguntan que har¡an en su lugar. Crean tal relaci¢n de interdependencia sexual que se enamoran locamente. Ahora si que cobra sentido onico la idea del sexo que hab¡a perseguido al director desde el principio.
Desde su posici¢n de escritor Lorenzo crea historias dentro de la historia, mezcla la realidad y la fantas¡a otorgando al film ambientes on¡ricos, visuales y pl sticos de una riqueza est’tica espl’ndida.
«Luc¡a y el Sexo » es una historia de amor fren’tico y dram tico » voy a morir de amor, afirma Lucia mientras alcanza el orgasmo», de huidas, de destinos dram ticamente entrelazados, donde los sentimientos se intensifican hasta el l¡mite y los sentidos actoan al cien por cien. La visi¢n tr gica de la vida cala hondo en los personajes en un momento determinado, y es percibido por cada uno de ellos elevado a la en’sima potencia, como todo en este film, pero en este caso Meden ha sido ben’volo. El sol resplandeciente, la luz intensa, la tierra y el agua purificadora sedan a los personajes, los liberan y cada uno de ellos tiene finalmente la oportunidad de caer por ese agujero de la isla, ese agujero imaginario, ese agujero que inventa Lorenzo en su novela, para volver al punto de la historia donde sus existencias se perturbaron y tomar otro rumbo.
No se trata de una pel¡cula f cil. Su densidad impide la relajaci¢n mental del espectador, atrapado en una historia que le supera.
Utilizando las oltimas t’cnicas de grabaci¢n en digital y aprovechando la versatilidad que estas proporcionan, Meden ha conseguido recrear im genes que realmente impactan y se graban en la retina del espectador, produciendo reacciones encontradas en su mente. Realmente, nadie se levanta impasible de la butaca.
FICHA T¨CNICA
Una producci¢n de SOGECINE realizada por Alicia Produce
Gui¢n y Direcci¢n: Julio Medem
Productores: Fernando Bovaira / Enrique L¢pez Lavigne
Productora ejecutiva: Anna Cassina
Director de Fotograf¡a: Kiko de la Rica
Mosica: Alberto Iglesias
Dtora. de Arte: Montse Sanz
Coordinador de efectos visuales: Alfonso Nieto
Dtora. de Producci¢n: Mar¡a Eugenia Soler
Ayte. de Direcci¢n: Txarli Llorente
Montaje: Iv n Aledo
Sonido: Agust¡n Peinado
Montaje de Sonido: Santiago Thevenet / Polo Aledo
Figurinista: Est¡baliz Markiegui
Peluquer¡a: Juan Rodr¡guez Valverde
Maquillaje: Gregorio Ros
Directora de Casting: Sara Bilbatoa
FICHA ART-STICA
Luc¡a: Paz Vega
Lorenzo: Trist n Ulloa
Elena: Najwa Nimri
Carlos/Antonio: Daniel Freire
Bel’n: Elena Anaya
Luna: Silvia Llanos
Pepe: Javier C mara
Madre de Bel’n: Diana Su rez
Jefe: Juan Fern ndez
Futbolista: Arsenio Le¢n
Camarero Chiringuito: Javier Coromina
DATOS DE PRODUCCI.N
Color: Soporte HDCAM
Sonido: Dolby Digital
Formato: HDCAM-CINEALTA 24 P – Scope 2,35:1
A_o de producci¢n: 2000
Presupuesto 500.000.000 ptas.
Semanas de rodaje: 12 semanas.
Localizaciones: Madrid y Formentera.
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