Las peores tormentas conocidas en Norteamérica tuvieron lugar en 2005 y Al Gore no se muerde la lengua a la hora de explicar lo que está pasando. El documental, además de exponer claramente los hechos y de hacer algunas predicciones, cuenta la historia personal de Al Gore, desde el universitario idealista que empezó a preocuparse por la crisis medioambiental a escala mundial, pasando por el joven senador que debió enfrentarse a una terrible tragedia familiar, hasta el hombre que casi llegó a presidente pero que regresó a su primera pasión, el medioambiente, convencido de que aún se podía hacer algo.
UNA VERDAD INCóMODA, usando el ingenio, la inteligencia y la esperanza, demuestra que el calentamiento global ya no puede verse como un tema político, sino como el mayor reto moral al que se enfrenta nuestra civilización. Paramount Classics y Participant Productions presentan una película dirigida por Davis Guggenheim, UNA VERDAD INCóMODA, con Al Gore, producida por Laurie David, Lawrence Bender y Scott Z. Burns. Los coproductores son Jeff Skoll, Davis Guggenheim, Diane Weyermann, Ricky Strauss y Jeff Ivers. La coproductora es Lesley Chilcott.
Mark Twain
Acerca del dilema del calentamiento global
Tanto la presentación de Al Gore como el documental UNA VERDAD INCóMODA contienen imágenes impresionantes: tomas realizadas desde el Kilimanjaro y desde el Himalaya demuestran que los mayores glaciares del planeta se derriten con dramática rapidez. Al Gore también muestra que en Estados Unidos, el famoso Parque Nacional de los Glaciares tiene ya muy pocos glaciares.
El impacto de las imágenes es innegable. La pérdida de estos lugares mágicos nos empuja a querer hacer algo. Si antes pensábamos que la naturaleza se movía demasiado lentamente para que pudiéramos ver algún cambio, o que la Tierra era demasiado grande o sus fuerzas demasiado poderosas para que pudiéramos dañar su salud, ahora sabemos que estábamos equivocados. Al Gore deja muy claro que estamos en medio de cambios enormes y que la Tierra cambia de minuto en minuto.
Pero no se detiene ahí. Los diez años más calurosos de los que tenemos constancia están entre los últimos catorce. La temperatura de los mares sube rápidamente, creando cada vez más tormentas y huracanes tropicales, como el Katrina y muchos otros el año pasado. La evolución de las lluvias hace que las inundaciones y las sequías sean más severas, causando epidemias. Asimismo, se pierden hábitats naturales debido al cambio de temperaturas, causando la extinción de algunos de los animales más majestuosos del mundo, como ocurre con los magníficos osos polares, que se ahogan por falta de hielo firme en el que cazar.
Entre todas estas pruebas, Al Gore se lamenta de que demasiados estadounidenses, políticos y no políticos, siguen sin creer en el calentamiento global, y ofrece una estadística reveladora: en un análisis reciente (revista Science, diciembre de 2004) de todos los estudios científicos publicados en revistas similares sobre el calentamiento global, 928 estaban de acuerdo en que existía y ninguno lo negaba. Sin embargo, examinando los programas emitidos y artículos publicados por otros medios, el 53% sugería que el calentamiento global no estaba demostrado. En otras palabras, el mensaje que recibe la gente no concuerda con los hechos.
Al Gore cree que el mayor problema es que tenemos la idea equivocada de que si el planeta tiene problemas, no podemos hacer nada al respecto. Pero nos recuerda que los estadounidenses siempre se han enfrentado a problemas enormes, desde la abolición de la esclavitud, pasando por llevar al hombre a la Luna, hasta cerrar el agujero en la capa de ozono. Cree que el calentamiento global es otra causa que tiene cabida en la tradición de enfrentarse a tareas aparentemente imposibles.
No está de acuerdo en que los negocios y el medioambiente deben estar reñidos. últimamente, cree posible que haya una posibilidad renovadora en áreas como la conservación de la energía, la tecnología de captura de carbono, los transportes, las fuentes de energía alternativas y la ingeniería para obtener una eficiencia que detenga el maremoto de destrucción y permita que el planeta Tierra recobre la salud.
Pero esto solo será posible si el pueblo estadounidense se une, empieza a cambiar su modo de vida y presiona a los políticos para hacer más. Al Gore cree que ya está pasando. Está convencido de que ha nacido un movimiento de masas sin que importe la clase social ni los partidos políticos. Tanto Al Gore como los cineastas esperan que UNA VERDAD INCóMODA sea una experiencia catalizadora que aporte inspiración e ímpetu a ese movimiento.
Para acabar, Scott Burns dice: “Al Gore no puede materialmente desplazarse a cada ciudad y convencer a todos. La fuerza de este documental reside en que puede hacerlo entender a millones de personas en un momento absolutamente crítico”.
Acerca de Al Gore
El ex vicepresidente de Estados Unidos es presidente de Generation Investment Management, una empresa con sede en Londres que se dedica al estudio de las inversiones sostenibles. También es presidente de Current TV, una cadena independiente que emite por cable y satélite documentales para jóvenes basados en contenidos creados por los telespectadores y el periodismo ciudadano. Es miembro del Consejo de Directores de Apple Computer, Inc., y asesor de Google, Inc. También es profesor invitado de la Universidad Estatal Middle Tennessee, en Murfreesboro, Tennessee.
Fue elegido congresista en 1976 y reelegido cuatro veces. Fue elegido senador en 1984 y en 1990, y nombrado vicepresidente de Estados Unidos el 20 de enero de 1990. Fue uno de los miembros principales del equipo económico del presidente Clinton. Fue presidente del Senado, miembro del Gabinete, miembro del Consejo de Seguridad Nacional, y encabezó un sinfín de iniciativas gubernamentales.
Dirigió los esfuerzos del Gobierno Clinton-Gore para proteger el medioambiente y es el autor del superventas sobre el tema, Earth in the Balance: Ecology and the Human Spirit (1992).
Vive con su esposa Tipper en Nashville, Tennessee.