El tenor Ricardo Bernal ofrece un recital privado en el Círculo Ecuestre barcelonés

Sin duda, todo un honor para el elenco de ilustres socios; quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar en directo y en audición privada, del indiscutible talento del joven pero experimentado tenor mexicano, que comenzó sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Música de México con Irma González y Enrique Jasso. Su extenso currículum de premios, calificaciones y actuaciones de éxito en los foros más prestigiosos de la lírica no consiguió, sin embargo, dar crédito a una puesta en escena emocionante en la que Bernal dio todo y recibió el reconocimiento de un público difícil al que supo seducir.

Haciendo un paréntesis en su actual interpretación de Roberto, Conte di Leicester, de la ópera de Gaetano Donizetti, “María Stuarda” -donde comparte reparto con la diva, paradigma mundial del “Bel Canto”, Mariella Devia, en el teatro San Carlo de Nápoles –Ricardo Bernal ha tenido la deferencia de atender la invitación personal de Albert Garriga, miembro activo de la joven guardia del Círculo Ecuestre y fiel admirador de este excepcional tenor que en breve emprenderá la aventura de afrontar “Lucía de Lammermoor” en gira por toda España; “La Bohème” de Puccini y “Thais” de Massenet.

En cualquier caso y debido al éxito de su actuación en el Círculo Ecuestre, Ricardo Bernal ha aceptado un nuevo requerimiento de Garriga, que tiene como objetivo realizar un recital privado para los miembros del Círculo del Liceo, que tendrá lugar el primer día del mes de junio y ya se espera con enorme expectación. Parece que Bernal, una incógnita para los entendidos catalanes en cuestiones operísticas, quiere entrar con buen pie en una tierra que ha elegido recientemente para asentarse junto a su esposa -la soprano aragonesa, Charo Tris– y sus dos hijos.

Tal y como nos ha manifestado Bernal, ”Cataluña tiene el clima ideal para el mantenimiento de mi voz”. Un convencimiento por parte del tenor internacional que conviene, porque aporta un valor añadido fundamental a la riqueza cultural de la zona y certifica la capacidad de la región para atraer el talento.

El tenor ha demostrado, a pesar de sus largas ausencias por cuestión de trabajo, conocer a fondo la oferta lírica y de música clásica barcelonesa; e incluso hizo alusión en privado al prestigio de los conciertos que se celebran cada verano en el Castillo de Santa Florentina, en Canet de Mar, donde -ha asegurado- “me encantaría actuar”.

Unos conciertos, todo sea dicho, enmarcados en el Festival de Música Clásica que ya ha celebrado su XI edición promocionados por la propietaria del castillo, María Teresa de Capmany, nieta de Ramón Muntaner; quién junto a su hijo, Carlos Hartmann, han convertido este evento cultural en cita ineludible en las noches de verano.

Espléndido fue el homenaje a Giácomo Puccini que el Festival realizó en su edición de 2008 con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.

Acompañado por el extraordinario pianista, Alexander Alcántara, y en ocasiones a dúo con su esposa, la soprano Charo Tris – quién también ofreció un concierto en el que destacaron sus grandes dotes interpretativas y una voz cargada de luz- el tenor Ricardo Bernal resolvió a la perfección un repertorio muy variado que también incluyó zarzuela y canción popular en la segunda parte del recital lírico.

Puccini, Rossini y Gounod; pero también Chueca o el maestro Moreno Torroba, fueron ensalzados por un tenor y una soprano de postín en una sala de mala calidad acústica plagada de un público entregado que despidió a los artistas “en pié”.

Gema Castellano

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