La multinacional española dedicada a lo nupcial sabe manejar los resortes del marketing y su estrategia apoyada en alianzas con diseñadores de prestigio unida a este experimento “made in Palatchi” consistente en “invitar” a ‘celebrities’ que visten de Chanel para ataviar a las que lo desearían, funciona.
La firma tiene previsto abrir 37 tiendas en los próximos nueve meses y terminar el presente ejercicio con una facturación de 180 millones de euros, un 22,5% más que en el anterior, por lo que ha paseado a las "hijas de" durante la semana barcelonesa de las novias ante la prensa nacional e internacional hasta la saciedad. Y es que para entrar en la calle 52 con la 5ª Av. de New York o en Paris (Saint Honoré), que es lo que pretende, necesita este tipo de artillería pesada.
Lo cierto es que este año, con motivo de la extraordinaria expansión, la lista de invitadas de élite rigurosamente seleccionadas según el gusto y la afinidad de los mercados que pretende abordar ha sido extensísima y de lo más glamourosa. Una primera fila de auténtico lujo encabezada por Tamara Ecclestone, la mujer más deseada del mundo, quién se ha pasado todo el desfile con los codos apoyados en el respaldo de la silla al más puro estilo “camionero”.
También estaban Lily Costner, Petrina Kashoggi, Julio José Iglesias y su novia, la modelo Charisse Verhaert, la actriz Goya Toledo; Alejandra Prat; Amalia Aresu; la actriz Leticia Dolera, Lady Rose Hanbury y Lady Marina Hanbury, Arabella Musgrave, antigua novia del Príncipe Guillermo, Claudia Ortiz Domecq, Carlota Fernández de Córdoba, Mercedes Valdenebro, Valeria Carbó, la actriz Pilar Abella, Lucila de Figueroa y Olivia de Borbón, todas ellas mucho más finas y tremendamente mediáticas. Sin duda, el retorno de la inversión de Pronovias será espectacular.
En el desfile, que casi ha pasado desapercibido entre tanto trajín de caras famosas, celebrities y aristócratas, se han lucido modelos de la talla de Miranda Kerr, Isabeli Fontana, Alexandra Richards, Valentina Zeliaeva, Emina Cunmulaj y Eugenia Silva; además de Hana Soukupova, Flavia de Oliveira, Solange Wilvert, Karoline Amaral, Bette Franke, Laura Sánchez, Elisabeth Mas, Teresa Astolfi, Magdalena Frackowiac, Ilze Bajare, Tetyana Piskun, Rianne Ten Haken, Mariya Markina, Camila Finn, Fabiana Semprebon, Talytha Pugliesi y Guisela Rhein, entre otras.
Ver a Alexandra Richards, hija de Keith Ricahrds, guitarrista de los Rolling Stones, sobre la pasarela ha sido un verdadero placer, pero nadie recordaba posteriormente como era el vestido que llevaba. Lo cierto es que al desfile le ha faltado estilismo, criticar por criticar; y ha resultado un tanto modesto en comparación al boato que lo rodeaba. Al final, cena de gala con invitados repartidos entre el propio Sant Jordi, donde se ha habilitado un espléndido comedor en blanco presidido por el slogan “marry me”, y el AC Hotels, muy próximo. Impresionante golpe de efecto publicitario de una firma consciente de que la reinversión en su propia promoción supone el éxito en su crecimiento.
Gema Castellano