Y es que la democratización de la moda, la falta de complejos y la negación de las normas de los jóvenes que marcan tendencia traen de cabeza a cualquier estilista que se precie; un sector, este de los estilistas, que se ve ahora obligado a ir al rebufo de lo que impone la calle. Ellos -estos jóvenes consumidores compulsivos de marcas- mezclan, customizan, adaptan e interpretan las prendas, con un resultado más o menos acertado, según unas cábalas estéticas indescifrables, porque lo que buscan es ser diferentes, por lo que traen de cabeza al sector. Mientras unos hacen propuestas -las marcas- los otros las reinventan creando tendencia -los jóvenes- y los estilistas andan, lupa en mano, intentando almacenar información que será vital para que las firmas puedan presentar una colección exitosa la próxima temporada. Ninguno de ellos sobreviviría ahora sin el Bread & Butter, el lugar donde dos veces al año se aspira toda la esencia de un ‘lifestyle’ camaleónico, intrépido y vital.
Se espera que más de 90.000 visitantes recorran palmo a palmo durante tres días este “Estado fashionista” compuesto de ciudades temáticas dedicadas al Denim, Fashion, Superior, Sport & Street, Sportwear o Studio, cuyas calles presentan más concurrencia y cosmopolitismo que Time Square, que en esta ocasión se ha anexionado también el Palau Nacional de Montjuïc y el pabellón Mies van der Rohe.
En este último la firma Pepe Jean London presenta una estupenda colección inspirada en el artista neoyorquino Andy Warhol, y en el Palau Nacional, que ahora alberga al Museo Nacional de Arte de Cataluña, tendrán lugar los desfiles de Custo y Philipp Plein, única firma “sport luxury extrem” integrada en el Bread & Butter, que contará con la presencia en la pasarela de top-model alemana Heidi Klum. Dos esperados desfiles que les ofreceremos íntegramente en próximas ediciones.
Restaurantes, actuaciones de grupos de rock en directo, desfiles, fiestas, DJ’s internacionales, lounges de descanso, bares, zona de Internet, centros de información y una ambientación perfecta, son las propuestas que el Bread & Butter ofrece a los miles de incondicionales a un movimiento cultural que define las nuevas generaciones y que en cada una de sus ediciones es capaz de superarse y sorprender. El concepto “pan y mantequilla”, nacido en Berlín de la mano de tres amigos relacionados con los mundos de las marcas de moda y la fotografía, cuyo presidente es Karl Heinz Müller, ha cambiado en menos de un trienio las formas de marketing de las marcas ‘urbanwear’, ‘street couture’ y ‘casualwear’ y ha encontrado en Barcelona su ubicación perfecta. Bajo una organización estrictamente germánica el B&B ha conseguido lo imposible; diseñar un estilo de vida universal.
Gema Castellano