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La Cour Carrée du Louvre ha servido como exquisito marco a un espectáculo de moda excepcional, en el que ha imperado el riesgo en las formas y la inspiración en la tendencia de los ’80 a base de amplísimos abrigos, pantalones anchos ajustados al tobillo, sombreros y faldas evasé, que recuerdan a un tiempo en el que las urbanitas marcaban las pautas.
Desde que Jacobs llegó a Louis Vuitton como director artístico en 1997, una decisión muy criticada por ciertos puristas, ha conseguido, sin embargo, tanto modernizar la marca de alto lujo como su diversificación hacia el prêt-à-porter; una estrategia de mercado fundamental para una firma que juega como nadie a la antítesis democratización-exclusividad apoyada en campañas publicitarias masivas. La firma más copiada del mundo en sus emblemáticos productos de marroquinería, ha encontrado en Jacobs la clave del éxito en el prêt-à-porter.
Yves Carcelle, Director General de Louis Vuitton desde 2002 aunque su compromiso con el grupo LVMH -Louis Vuitton Moët Hennessy- se remonte a 1989, supervisó personalmente el desfile a la vez que recibía al exquisito elenco de ‘celebrities’ que asistieron al evento. Entre ellas, la directora de cine Sofia Coppola; la actriz china, Ziyi Zhang; la también actriz norteamericana, Maggie Gyllenhaal; el cineasta texano, Wes Anderson; el productor y rapero estadounidense, Kanye West; la modelo Milla Jovovich; la actriz y escritora, Lee Radziwill; la joven actriz Melanie Laurent; la actriz británica, Gemma Arterton; la actriz Shilpa Shetty, famosa por su comprometido beso con Richard Gere que la llevó al enfrentamiento con el gobierno de la India; “l’enfant terrible” de la familia Agnelli, Lapo Elkann; el ex jugador de fútbol japonés, Hidetoshi Nakata o Dita von Teese, entre otros.
Inmersa en la gran batalla de posicionamiento en los mercados de los países emergentes la firma Louis Vuitton no sólo ha diversificado sus productos, sino que ha multiplicado por tres el número de aperturas de nuevos establecimientos al año. Países como India, China o Rusia se han convertido en un objetivo importante, aunque su liderazgo en Europa y EE.UU no ha mermado ni un ápice. Aún así, la firma no baja la guardia. Su campaña publicitaria sobre sus valores más emblemáticos a cargo de personajes como Mijaíl Gorbachov o Catherine Deneuve no hace sino intentar consolidar y afianzar el prestigio y exclusividad de la firma, por si en algún momento su enorme visibilidad y democratización lo pusieran en duda. Un ejercicio de equilibrio difícil de llevar a cabo.
Gema Castellano












































































