Dos líneas conforman la carta de color: por un lado, blancos, negros y tonos piel mezclados con detalles de plata, y por otro, los colores ácidos de los azulejos mudéjar.
La silueta está compuesta de pantalones de harén, pitillos extralargos que se arrugan en el tobillo y jodphur caídos. Faldas dervich, náyade o saruel. Chaquetas desestructuradas, drapeadas, estiradas. Túnicas chilabas, capas moriscas, saharianas, cafetanes, Blusas estampadas, camisas de vichy, camisones con capuchas bereberes.
Materiales naturales, como el cachemir, la seda, el lino y el algodón. La piel de curtido vegetal está utilizada de forma primitiva, un lujo artesanal.
Se complementa la colección con bolsos tuareg sobredimensionados, carteras inspiradas en alforjas de camello y bolsos de capas con cantos pintados de rayas bayaderas. Mules de tacón de aguja como estuches para el pie de seda salvaje o babuchas de rejilla.
Nicolas Vaudelet nace en Bretaña en 1976. En 1994 se traslada a París e inicia sus estudios en la Escuela Superior de Artes Gráficas Met de Penninghen et Jacques d’Andon.
En 1997 se incorpora al Estudio de Alta Costura de Christian Lacroix, una experiencia decisiva para Nicolas que despierta en él su pasión por el arte y la música de España. Su trabajo en la casa de alta costura se centró en el estudio de bordados y estampados, y en las búsquedas iconográficas, donde se produce el encuentro crucial del diseñador con Velázquez, Murillo, la zarzuela y la copla.
Un año más tarde, Nicolas entra a formar parte de la casa Dior, también en el Estudio de Alta Costura.
En 1999 pasa a Louis Vuitton, donde da sus primeros pasos en el prêt-à-porter.
El año 2000 es decisivo en la trayectoria de Nicolas; se incorpora a la casa Givenchy. Es aquí realmente cuando se afianza en el diseño de la piel y de la marroquinería. Asimila un estilo muy concreto que fusiona detalles y acabados clásicos, como los cierres o los pespuntes a mano, con volúmenes más modernos.
Jean Paul Gaultier le ficha como diseñador para los complementos, tanto para la alta costura como para las líneas comerciales. En
esta última y más reciente etapa, Nicolas aprende del enfant terrible un estilo ecléctico, donde todo es diseño y donde la inspiración surge de cualquier lugar. Con él ha desarrollado el vestuario de Madonna, de la gira «Confession Tour», y el vestuario del bailarín Joaquín Cortés, de sus músicos y los cantaores de sus espectáculos.
Nicolas Vaudelet se incorpora a la marca centenaria Sevilla El Caballo a principios de 2007 dentro de la nueva estrategia de renovación, sin pérdida de su esencia, que está llevando a cabo la empresa.
El diseñador, atraído por la cultura española desde su paso por Lacroix, reconoce en El Caballo "a una firma de lujo con un gran potencial que combina los códigos clásicos con los más modernos". Desde su incorporación como diseñador creativo ha presentado ya dos colecciones: Hispalis (Primavera-Verano 2008) y No me llames Margarita, llámame Rita (Otoño-Invierno 2008/09).
NICOLAS VAUDELET PRIMAVERA-VERANO 2009































