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La capacidad de poder dar un uso cotidiano a sus diseños siempre ha sido una obsesión para Carolina Herrera. En este sentido y a sabiendas de que jamás caerá en la vulgarización de las mismas, la diseñadora pretende crear prendas ultrafemeninas y sofisticadas; a la imagen y semejanza de las grandes divas de Hollywood que abandonan el blanco y negro para mostrarse en morado, rojo, verde esmeralda o negro; combinando con el gris marengo, el azul marino y los tonos marrones.
Las cinturas muy acentuadas por patronaje que se ensalzan y marcan con llamativos cinturones, los diferentes largos y el corte impecable y absolutamente estructurado son las pautas de tendencia marcadas tanto en vestidos como en abrigos por una diseñadora, Carolina Herrera, que ha hecho de la sencillez un arte inimitable y una seña de identidad de su imagen de marca.
Como nota diferencial recupera el chaleco de piel, para un sport muy cuidado.
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