Ya llevamos varias temporadas insistiendo en la cada vez mayor influencia de esta nueva generación Rota en la firma, y con este trabajo –Línea A– estamos casi en condiciones de afirmar que Tot-Hom acaba de entrar de lleno y con garantías de retorno positivo en un nuevo ‘target’, abordando un suculento nicho de mercado mucho más joven que completa la eficacia y eficiencia de una marca sólida y con clase que pronto estará también en Madrid. La empresa dará, con esta su nueva estrategia de expansión, una nueva dimensión a su marca; la cual, aún a pesar de ser reconocida en todo el territorio nacional, necesita y se merece presencia junto a “las grandes” en una plaza tan importante como es “la del Oso y el Madroño”.
Con una personalidad suficientemente asentada en las lides de la Costura y un estilo urbano muy definido en el Prêt-à-Porter, la firma no corre peligro de perder su idiosincrasia en pro de una hipotética necesidad de aceptación. Marta Rota es una de las favoritas de las más elegantes que pasean palmito por el Barrio de Salamanca, por lo que su llegada a Madrid no es sino una asignatura pendiente; una obligación hasta ahora incumplida que ha requerido de reorganización, oportunidad, estrategia y, quizás, de una madrina de honor -la gran Isabel Preisler- quién se ha revelado como una adicta a la firma Tot-Hom.
Marta Rota ha ideado un prêt-à-porter para este ya cercano invierno en blanco y negro, donde el color se revela en sofisticadas camisas muy trabajadas y en los complementos. Los pantalones pitillo o hiper anchos, las parkas tres cuartos con complementos de piel y los vestidos y faldas globo son las líneas generales para una colección extensa muy rica en matices y volúmenes que resume un estilo urbano hiper refinado y excelentemente cuidado. Subidas en altísimos zapatos de tacón con plataforma, las modelos desprendían toques de sofisticación desde “looks” medidos milimétricamente para provocar un efecto impactante.
Los vestidos son la pieza clave de la Línea A de Andrea y Alejandra, quienes también proponen para las más jóvenes jeans, chaquetas de punto y abrigos tres cuartos de corte impecable y un patronaje que recuerda a las formas más “chic” de las épocas del glamour parisino.
En definitiva, una propuesta global de calidad que no ha cedido ni un ápice al desencanto de la recesión, que no ha decepcionado – todo lo contrario – y que les invitamos a disfrutar en el siguiente reportaje fotográfico.