Sí. Contradictoria en lo que respecta al concepto, a la mezcla de materiales, a la línea estética e incluso en perfil de consumidora; pero sin embargo, global y muy adaptada a un mercado para el que ya no existen verdades absolutas. Las nuevas consumidoras de moda imponen la democrática tendencia de hacer coincidir en la misma prenda tejidos de diferentes estatus, diseños más o menos elegantes, estampados y motivos “chabacanos” con encajes y blondas e incluso colores estridentes muy alejados de los políticamente correcto según la normativa de la clase y la elegancia en la intimidad.
Andrés Sardá ha recogido el testigo definiendo un estilo “Choni-Chic” de tenderete de mercadillo muy acorde al perfil de mujer-tendencia que ahora triunfa en televisiones y revistas del “cuore”, un giro comercial que deseamos beneficie a los resultados de su empresa pero que lo aleja de las propuestas de moda más exquisitas.
Gema Castellano
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