No obstante, el mercado chino sigue siendo un privilegio para el negocio del lujo mundial. Se trata de un tipo de consumidor que desconfía del producto que le ofrecen en su país y prefiere adquirir el lujo fuera de China o en Hong-Kong -durante sus vacaciones- para evitar falsificaciones. Joven, viajero e independiente -con alto nivel adquisitivo-, además de sometido a un gran poder de seducción por los valores modernos de occidente, este segmento consumista forma parte de esos 100 millones de habitantes del gran país asiático que, es estima, saldrán de China por vacaciones en 2015 y que ya en 2012 gastaron 79.400 millones de euros fuera de sus fronteras.
Cuando la italiana Prada contrató al director de cine Yang Fudong para realizar el spot de su campaña primavera-verano 2010, tenía claro que la occidentalización era el objetivo del consumidor con posibles asiático. Los artículos que más compran son los complemento, bolsos y zapatos, y la cirugía de implante de pómulos y suavización de los rasgos de ojos, es solicitada anualmente por cientos de miles de chinas.
España, en 2012, recibió 177.000 turistas chinos -convirtiéndose en el segundo mercado emisor de turismo para nuestro país- y 70.000 de ellos eligieron Cataluña como destino cultural y de shopping de lujo.
Este buen comportamiento del mercado de lujo chino en Barcelona, junto a una mayor oferta de locales excelentes en el Paseo de Gracia -aunque la crisis no haya conseguido que el precio por metro cuadrado en esta elitista zona se mueva de entre 8.500 y 10.500 euros- ha facilitado, sin duda, la apertura de la primera flag-ship Prada en España -la mayor de Europa con más de 1.000 metros cuadrados- diseñada al estilo y el gusto de los turistas asiáticos más exigentes.
El espacio, diseñado por el arquitecto Roberto Baciocchi, expone todos los complementos -bolsos, carteras, maletas y zapatos- de la firma italiana, tanto femeninos como masculinos, y respeta el individualismo asiático a la hora de elegir los artículos por su magnífica exposición y dimensiones. Las asesoras de producto responden al modelo de belleza al que las mujeres chinas aspiran -rasgos occidentalizados sobre pieles de impecable palidez exagerada con tratamientos orientales- y la zona masculina, más ímtima, -en la que destaca el suelo de mármol Saint Laurent- es una oda al estilo italiano más impecable y refinado.
Prada ha realizado un despliegue espectacular en Barcelona, con un “espacio-escaparate” que podría entrar dentro de su estrategia a futuro de fomento de las ventas on line.
Con una facturación de casi 10.000 millones de euros y un crecimiento exponencial del 28% en 2013 -un 5% del mercado total del lujo- fomentar su canal ‘on line’ es un objetivo indiscutible para todas las marcas de élite; habida cuenta de que el calzado es el producto que mejor comportamiento ha mostrado en este sector de la comercialización.
La venta ‘on line’ ha dejado de ser un canal secundario de ventas para las grandes marcas y, ahora que deben desacelerar su ritmo para reinventar sus estrategias de futuro, esta asignatura pendiente pasa a un primer plano.
Siguiendo la tendencia de las marcas italianas del lujo, que han ganado cuota de mercado desde los años ’90 -un 24% en la actualidad- hasta casi igualarse a las francesas -que dominan un 29% del mercado del lujo- Prada ha obtenido en el primer semestre de 2013 unos beneficios netos de 308,2 millones de euros; un 7’6% más que en el mismo período de 2012. La facturación ascendió a 1.728,1 millones de euros -contra los 1.547 millones de euros facturados en el primer semestre de 2012- lo que supone que vendió un 11’7% más que en el mismo período del año anterior. Unos resultados excepcionales, aunque la firma reconoce la volatilidad de los mercados, remarcada también por los observadores especializados en los mercados. Deberemos estar atentos, porque se imponen nuevas estrategias.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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