Tras una inspección aérea sobre las aguas costeras de Bretaña ayer por la tarde, la la organización ecologista Greenpeace informa que la mancha de fuel procedente del petrolero Erika se está acercando peligrosamente a la costa.
La mancha cubre ahora una gran superficie en la posición 46¦45ÆN, 3¦27ÆW, aproximadamente a 80 Km de la isla de Yeu, y 100 Km de la costa continental cerca de Saint Jean de Mont. En las actuales condiciones meteorológicas, el petróleo podría empezar a alcanzar la isla de Yeu hacia finales del día de Navidad. Al volver del vuelo sobre la zona, el portavoz de Greenpeace Frederic Claveau declaró que «TOTALFINA tiene una responsabilidad moral y legal por lo que le han hecho aquí al medio ambiente. Esta compañía petrolera, la cuarta mayor del mundo, le ha dado a la gente y a la naturaleza de esta bella costa el peor regalo de Navidad posible».
Greenpeace también ha anunciado que se unirá como «víctima» a la acusación que el fiscal francés está llevando ante los tribunales. Desde Par¡s, el Director Ejecutivo de Greenpeace Francia, Bruno Rebelle, ha dicho que «Greenpeace se une a este caso para descubrir lo que exactamente pas¢ y por qu’. Queremos estar seguros de que se identifique claramente a los responsables. TOTALFINA deber¡a aceptar su responsabilidad en semejante da_o ambiental».
Desde que el Erika naufrag¢ hace 10 d¡as vertiendo 10.000 toneladas de fuel pesado, se han hecho esfuerzos desesperados para recuperar tanto como sea posible. Pero, mientras que esos esfuerzos se est n concentrando en la mancha superficial, hasta ahora no se ha hecho nada en cuanto a las 20.000 toneladas de petr¢leo de la carga del barco m s el propio combustible del petrolero, que permanecen en el casco bajo 120 metros de agua.
TOTALFINA no deber¡a reparar en gastos para verificar la integridad estructural del barco, determinar el potencial de que las tormentas lo da_en y, mientras ello no suponga mayores da_os, prepararse para retirar la carga y/o el mismo casco. Sin embargo, la realidad es que una vez vertido es imposible recuperar mucho, incluso en condiciones ideales que desde luego no se dan en este caso. El «Plan de Emergencia» adoptado no es m s que todo el mundo tratando de hacer lo que pueda para detener lo inevitable. Greenpeace tiene en alerta equipos de voluntarios de varios pa¡ses, incluido Espa_a, preparados para ayudar cuando sea necesario.
Segon Paul Horsman, del equipo de Greenpeace en la zona, «la principal lecci¢n de pasadas mareas negras es que son imposibles de limpiar, y que hay impactos a largo plazo. Desde su extracci¢n hasta su uso final, el petr¢leo contamina el medio ambiente, que tiene que pagar un precio demasiado caro por los beneficios econ¢micos de petroleras irresponsables».
Greenpeace