Excelentísimo
Sr. Ricardo Lagos
Presidente de la República de Chile
La Moneda
Presente.-
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Viernes 2 de Junio, 2000
Sr. Presidente, nos vemos en el imperativo de plantear a Ud. nuestra visión y nuestra solicitud respecto a la situación en el Alto Biobío, dónde familias Pehuenche se han visto en la necesidad de confrontar a la empresa ENDESA y al Gobierno debido a que se niegan a permutarle sus tierras a la empresa para la construcción de la central hidroeléctrica Ralco.
Nuestra opinión es que este proyecto no debiera construirse, ya que después de seguir muy de cerca, a lo largo de los últimos años, su proceso de evaluación y autorización, consideramos que la central Ralco es desde todo punto de vista perjudicial para el país. Brevemente expondremos a Ud. a continuación las principales razones que nos llevan a esta conclusión y que nos motivan a dirigirnos a Ud. con suma urgencia.
En primer lugar, Ralco empobrece ecol¢gicamente al pa¡s ya que destruir¡a uno de los ecosistemas mas ricos, en este sentido, con la mas alta tasa de biodiversidad y de endemismo, de Chile. Numerosas especies end’micas –onicas a Chile– de flora y de fauna presentes en el Alto Biob¡o est n registradas por los especialistas chilenos como en peligro de extinci¢n, como vulnerables o raras. Expresi¢n de esta riqueza ecol¢gica es tambi’n la belleza del Biob¡o y su cuenca, reconocida en todo el mundo. La central y el embalse Ralco, sumado a las obras de Pangue, destruir¡an en forma irreversible 70 km. del valle del Alto Biob¡o, inundando 4.000 has. de esta cuenca de valor cultural y ambiental incalculable, patrimonio de los Pehuenche, de todos los chilenos y de la humanidad.
Con el embalse Ralco se sustituir¡a un tramo de 45 km. del r¡o por un lago artificial ecol¢gicamente aberrante, ya que la operaci¢n de la central implicar¡a una fluctuaci¢n del nivel de las aguas de entre 25 a 33 mts., lo que impedir¡a para siempre su estabilizaci¢n como ecosistema lacustre. Desde el punto de vista del desarrollo en la zona, este embalse tendr¡a un potencial productivo o tur¡stico cero ya que la fluctuaci¢n mencionada conlleva a la peri¢dica inundaci¢n y desnudamiento de cientos de hect reas. El embalse estar¡a rodeado de una enorme zona de barro y vegetaci¢n en descomposici¢n. Con Ralco, adem s, diez kms. del r¡o Biob¡o ser¡an pr cticamente secados.
Es necesario considerar como costo del proyecto Ralco el valor del r¡o Biob¡o y su cuenca en su estado natural actual. Incluso con la central Pangue ya construida, que ciertamente degrada significativamente la cuenca, este valor se estima en cientos de millones de d¢lares, y ‘ste s¢lo puede aumentar dada la creciente escasez en el mundo de r¡os, cuencas y paisajes naturales no intervenidos industrialmente. El potencial eco-tur¡stico del Alto Biob¡o, que perfectamente podr¡a ser gestionado y administrado por las comunidades Pehuenche y la poblaci¢n local, es muy elevado y a perpetuidad.
En segundo lugar (no en orden de importancia), Ralco desmantelar¡a dos comunidades Pehuenche, Quepuca Ralco y Ralco Lepoy, y pondr¡a en riesgo de extinci¢n a un pueblo originario de este pa¡s. Esto es del todo inaceptable. De hecho, la dispersi¢n de estas dos comunidades ya ha comenzado, algo que puede y debe ser reparado con la mayor urgencia.
Queremos denunciar a Ud. que ENDESA, para construir Ralco, desde 1992 ha desplegado una perversa campa_a a trav’s de la Fundaci¢n Pehu’n con el s¢lo objetivo de dividir y desmoralizar a estas dos comunidades a trav’s del amedrentamiento, de rumores de todo tipo, de contrataciones estrat’gicas de los l¡deres y dirigentes para convencerlos, durante el d¡a de trabajo, que no tienen opci¢n salvo entregar sus tierras a ENDESA, que la Ley Ind¡gena no sirve porque ellos tienen una ley el’ctrica mas poderosa, que los que se oponen a la construcci¢n de estas centrales ser n sacados de sus tierras por la fuerza poblica y quedar n sin sus tierras ancestrales y sin compensaciones. Se les ha dicho desde hace a_os que Ralco ya estaba plenamente autorizado por el Presidente Frei en persona. Sr. Presidente, estos hechos est n en gran medida registrados en el libro «Ralco: +Represas o Pobreza?» de Domingo Namuncura, ex-Director de CONADI, despedido por la administraci¢n Frei por llegar a la conclusi¢n fundada que la mayor¡a de las promesas de permutas de las familias Pehuenche ten¡an vicios de consentimiento, en otras palabras, que hab¡an sido obtenidas por ENDESA con enga_os y amedrentamiento.
Anteriormente, a ra¡z de una denuncia de organizaciones chilenas en el sentido que la Fundaci¢n Pehu’n estaba siendo utilizada como «caballo de Troya» para allanarle el camino a la construcci¢n de Ralco con los m’todos descritos, el Presidente del Banco Mundial encarg¢ una evaluaci¢n independiente de la Fundaci¢n Pehu’n a un antrop¢logo de la U. de Arizona, Theodore Downing, qui’n, despu’s de largos meses de evaluaci¢n en terreno, no s¢lo corrobor¢ lo denunciado sino que hizo otros importante hallazgos negativos sobre el accionar de ENDESA y de esta fundaci¢n en el Alto Biob¡o. Por presi¢n de ENDESA este informe fue enterrado hasta despu’s que Ralco fuera autorizado ambientalmente, lo que motiv¢ una queja del antrop¢logo ante la Asociaci¢n Americana de Antropolog¡a (AAA), tanto por la violaci¢n de los derechos de los Pehuenche a conocer informaci¢n vital para su supervivencia, como por la violaci¢n de sus derechos como consultor a entregar las conclusiones de su evaluaci¢n a los afectados por los proyectos hidroel’ctricos en cuesti¢n, tal como lo estipulaba su contrato. La AAA dio la raz¢n al especialista y emiti¢ un informe sumamente desfavorable tanto respecto al accionar de ENDESA como del BM y de la International Finance Corporation (IFC), esta oltima responsable del pr’stamo para la construcci¢n de Pangue.
Otro informe posterior encargado por el BM a un connotado ec¢logo fue aon mas cr¡tico de la situaci¢n del Alto Biob¡o generada por el impropio accionar de ENDESA, as¡ como de la responsabilidad del propio BM al respecto. Las consiguientes presiones del BM sobre ENDESA para que esta cumpliera los compromisos suscritos llevaron a que finalmente ENDESA devolviera a la IFC del BM el pr’stamo contra¡do para liberarse de su fiscalizaci¢n.
La situaci¢n de las comunidades Pehuenche hoy es cr¡tica. El accionar de ENDESA ha generado una situaci¢n de violencia entre las comunidades, entre familias e incluso intrafamiliar. Hace tan s¢lo diez a_os estas comunidades, a pesar de su pobreza que es la consecuencia hist¢rica del proceso de agresi¢n, negaci¢n y abandono al que han estado sometidos todos los pueblos originarios del pa¡s, estaban cohesionadas y manten¡an una estructura comunitaria tradicional, y, en el caso particular de Ralco Lepoy, con muy bajas tasas de emigraci¢n. Hoy estas comunidades est n evidentemente deterioradas, en desintegraci¢n, algo que insistimos, puede y debe ser reparado.
Es necesario se_alar que durante el proceso de participaci¢n ciudadana que establece el Sistema de Evaluaci¢n de Impacto Ambiental de CONAMA la gran mayor¡a de los Pehuenche siempre se opuso al proyecto Ralco y a una eventual relocalizaci¢n, incluyendo a aquellos Pehuenche que hoy aparecen defendiendo el proyecto. Esta oposici¢n est consignada claramente en documentos poblicos que son parte del archivo Ralco de CONAMA. La evidente indiferencia del Gobierno respecto de la opini¢n de los directamente afectados termin¢ por desmoralizar a los Pehuenche y los convenci¢ que no ten¡an otra opci¢n que aceptar el proyecto y sus consecuencias.
La situaci¢n de las 45 familias ya reasentadas por ENDESA en el predio «El Huachi» es pat’tica. El Huachi en mapudungon significa ‘la trampa’. Es un predio de 500 has. de lomas sin bosque, es decir sin sombra y sin le_a en el predio mismo, esto oltimo parad¢jico ya que todo el sistema de calefacci¢n y cocina de las casas entregadas por ENDESA es con este combustible. (ENDESA posteriormente adquiri¢ un predio contiguo intentando reparar esta grave omisi¢n). El Huachi por supuesto no tiene r¡o, estero ni vertiente. El sistema de agua potable instalado por ENDESA ha estado fallando constantemente. Lo que ya parece una franca crueldad, es que el predio es cruzado en diagonal por la l¡nea de transmisi¢n de alta tensi¢n que viene de la central Pangue. Es obvio que el predio fue comprado por estar depreciado por este hecho. En todo caso es evidente, y siempre lo fue, que las familias Pehuenche, esta gente del Pehu’n que ha vivido toda su vida a orillas del r¡o Biob¡o, a la sombra y el amparo de Araucarias, Canelos, Robles, Coihues y Raul¡es, en este lugar no tienen ningon futuro posible.
Sr. Presidente, el Presidente Frei declar¢ el Alto Biob¡o «Area de Desarrollo Ind¡gena» (ADI) en 1997, pero esta nunca fue implementada, permiti’ndose as¡ que ENDESA apareciera como la onica opci¢n de ingresos y ‘desarrollo’ en la zona. A trav’s de la implementaci¢n del ADI los Pehuenche podr¡an acceder a todo lo ofrecido interesadamente por ENDESA y mucho mas, incluyendo el ecoturismo mencionado, sin represas de por medio. De hecho Ralco destruir¡a toda posibilidad de desarrollo para los Pehuenche en el Alto Biob¡o, ya que destruir¡a todas las tierras bajas, planas, ribere_as que permiten la ‘invernada’ de los Pehuenche en el lugar. Ralco har¡a inhabitable el Alto Biob¡o para los Pehuenche. Tal como ya se mencion¢, el lago artificial tampoco ofrece ninguna posibilidad de desarrollo en torno a ‘l.
Sr. Presidente, Ralco ser¡a el fin de un pueblo y de una cultura. Permitir su construcci¢n viola una vez mas los compromisos suscritos por don Patricio Aylwin a nombre de la Concertaci¢n de Partidos por la Democracia en 1989 en el Acuerdo de Nueva Imperial y viola de igual forma la Ley Ind¡gena (19.253) promulgada en Democracia despu’s de larga consulta a los pueblos originarios. Las familias Pehuenche que no quieren permutar est n defendiendo un derecho claramente consagrado en la Ley Ind¡gena y en la Constituci¢n.
Ud. personalmente ha prometido un nuevo trato a los pueblos originarios de Chile y ha declarado que la soluci¢n real de sus problemas es una de las prioridades de su Gobierno. Elocuentes fueron sus palabras el 21 de mayo en cuanto a la riqueza multicultural de Chile y a la necesidad imperiosa de conservarla y ampliarla. Los pueblos originarios, as¡ como de hecho todos los chilenos, necesitamos urgentemente gestos de amor, de consecuencia, de honestidad y de cordura de parte de las autoridades que nos representan.
En tercer lugar, el proyecto Ralco empobrece al pa¡s en t’rminos estrictamente econ¢micos. En efecto, cu ndo ENDESA unilateralmente, en 1995, haciendo caso omiso de las se_ales de la Comisi¢n Nacional de Energ¡a (CNE), declar¢ Ralco en construcci¢n, la CNE se vio obligada, dada nuestra sui-generis legislaci¢n el’ctrica, a incluir obligadamente la central en el Plan Indicativo de Obras. En ese momento la CNE declar¢ poblicamente que lamentaba esta decisi¢n de ENDESA dado que ya no se cumplir¡a el ¢ptimo econ¢mico-social que busca la CNE a trav’s de su plan de obras. Funcionarios de la CNE dijeron claramente que Ralco era antiecon¢mico para el pa¡s comparado con la alternativa de las centrales termoel’ctricas a gas natural de ciclo combinado. Esto fue corroborado por un estudio de la consultora especialista EMG, algo que ni ENDESA ni el Gobierno de Frei han podido rebatir seriamente.
El hecho que el costo de la energ¡a en el SING, sistema 100% termoel’ctrico, haya ca¡do por debajo del costo de la energ¡a en el SIC, sistema predominantemente hidroel’ctrico, ilustra claramente la actual conveniencia econ¢mica del gas natural para el pa¡s como alternativa de generaci¢n de energ¡a. Hoy el costo del kw/hr h¡drico se encuentra pr cticamente equiparado con el costo del kw/hr generado con gas natural, y esto es sin considerar costos socioculturales y/o ecol¢gicos, algo que desgraciadamente hasta hoy escasamente sabemos evaluar.
El gasoducto, construido precisamente en 1995, permite abastecer al menos 7 centrales termoel’ctricas. S¢lo se han construido 3 hasta la fecha y la pr¢xima reci’n aparece para el a_o 2004. El gasoducto que cost¢ US$ 300 millones tiene una capacidad ociosa para 4 centrales. Esto es la consecuencia directa y deliberada de la imposici¢n por parte de ENDESA de la central Ralco en el plan de obras, que con 540 MW copa el mercado e inhibe la presentaci¢n de proyectos alternativos, es decir, la competencia para ENDESA. Esto es particularmente grave dado que ENDESA adem s posee el 90% de los derechos de agua del pa¡s, tal como nos informara recientemente funcionarios de la Comisi¢n Resolutiva Antimonopolios, lo que pr cticamente impide que otras empresas presenten proyectos hidroel’ctricos. Es decir, la construcci¢n de Ralco concentrar¡a aon mas la excesiva, cuasi-monop¢lica, participaci¢n en el mercado el’ctrico de ENDESA, principal generadora del pa¡s, privatizada de mala manera a precio vil en 1989 por funcionarios del Gobierno militar, con un costo incalculable para el pa¡s y para todos los chilenos.
La construcci¢n de Ralco, adem s, agudizar¡a la dependencia h¡drica del sistema el’ctrico del pa¡s y, por lo tanto, su vulnerabilidad a la variabilidad pluviom’trica de la zona central, es decir a la sequ¡a. El Gobierno anterior, en declaraciones poblicas, aconsej¢ al sector agr¡cola considerar la sequ¡a como permanente, es decir como un cambio de clima que desgraciadamente est afectando en forma creciente la zona central de nuestro pa¡s. Si se construye Ralco en la cuenca del Biob¡o (que con 540 MW ser¡a la central mas grande de Chile) quedar¡a un porcentaje muy elevado de la capacidad hidroel’ctrica concentrada en un corto tramo de la zona central del pa¡s. Bastar¡a un episodio de sequ¡a como los sufridos en los oltimos a_os en esta zona para provocar una crisis aon mas severa de escasez de energ¡a y racionamientos, con todas sus secuelas, que las ya experimentadas.
Finalmente, Ralco ha empobrecido institucionalmente nuestro pa¡s porque es un hecho poblico que el proceso de evaluaci¢n y autorizaci¢n del proyecto Ralco ha sido viciado durante el Gobierno del Sr. Eduardo Frei por una flagrante intervenci¢n del Ejecutivo, particularmente de CONAMA y CONADI, pero tambi’n de todos los Servicios Poblicos pertinentes, lo que ha significado a la fecha el despido de seis altos funcionarios de Gobierno que llegaron a la conclusi¢n fundada que esta central es inconveniente para el pa¡s y viola leyes y normativas vigentes. Las razones jur¡dicas esgrimidas por la Contralor¡a General de la Repoblica para tomar raz¢n, en las oltimas horas del oltimo d¡a del Gobierno del Sr. Frei, de la Concesi¢n El’ctrica Definitiva para Ralco, a pesar de todos los grav¡simos problemas no resueltos en torno a esta proyectada central, nos parecen inaceptables. ¨Como puede Contralor¡a tomar raz¢n de una concesi¢n definitiva para una obra hidroel’ctrica para la cual la empresa no cuenta con la propiedad de las tierras necesarias, para la cual no tiene el derecho de agua completo, respecto a la cual hay una Demanda de Nulidad de la autorizaci¢n ambiental sin resolverse? Sorprende ver a la Contralor¡a, al contestar todas estas objeciones formalmente planteadas por abogados, parlamentarios, profesionales y ecologistas, haciendo interpretaciones tan discrecionales y flexibles de las leyes de la Repoblica.
La verdad es que todo lo que ha sucedido en torno al procedimiento legal/administrativo de este proyecto con el objeto de permitir que ENDESA imponga la central Ralco configura un cuadro que no es como para sentirnos orgullosos de nuestra democracia, de nuestras autoridades elegidas democr ticamente y de los empresarios. Ciertamente que la alta visibilidad de esta turbia situaci¢n en torno al caso del Alto Biob¡o no da una buena imagen de Chile hacia el exterior, pero nos es imposible, para los que hemos sido testigos de todas estas irregularidades que lesionan nuestra institucionalidad, orden jur¡dico y democracia, y que apoyamos a las familias Pehuenche que defienden sus derechos y sus tierras, no denunciarlas en el pa¡s y si es necesario en foros y Cortes internacionales. Lo hacemos incluso por patriotismo porque necesitamos que estas pr cticas e imposiciones de poderes f cticos sean definitivamente erradicadas de nuestro pa¡s.
Sr. Presidente, como muchos chilenos y chilenas seguiremos apoyando firmemente a las familias Pehuenche que defienden sus leg¡timos derechos y sus tierras. El caso del Biob¡o y del pueblo Pehuenche es emblem tico y trascendente en los mbitos vitales del quehacer nacional mencionados.
Sr. Presidente, sabemos que est en sus manos resolver esta situaci¢n en forma justa y de modo que se respeten los derechos de los Pehuenche y de todos los chilenos. Su gobierno no se puede hacer c¢mplice de los vicios legales/administrativos en torno a este proyecto que aqu¡ denunciamos y que son hechos documentados.
Solicitamos a Ud. con urgencia gestiones para que el Gobierno ejerza la autoridad que le corresponde y utilice los instrumentos legales/administrativos a su disposici¢n para ponerle fin a esta grave situaci¢n que se torna cada d¡a mas dif¡cil y violenta. Las mujeres Pehuenche le han hecho ver al Gobierno demasiadas veces que s¢lo muertas saldr n de sus tierras. Desde hace a_os que inutilmente solicitan una audiencia con el Presidente de la Repoblica para informar a la mas alta autoridad del pa¡s de sus sentimientos, de su postura y sufrimientos. Recientemente las mujeres han sido agredidas y amenazadas de muerte por los trabajadores de ENDESA. Ellos han sido llevados, a trav’s de los dichos de los ejecutivos de la empresa y del hecho consumado de la construcci¢n ilegal de Ralco, a creer que estas mujeres, mal aconsejadas por ‘ecoterroristas’ y ‘comunistas’ han adoptado una postura retr¢gada y anacr¢nica que las convierte en sus enemigas, eventuales responsables de la p’rdida de sus empleos, y en las enemigas del progreso de Chile.
Sr. Presidente, el Gobierno tiene el deber de proteger a estas mujeres y sus familias, tiene que defender sus derechos. Est en juego la relaci¢n entre el Estado de Chile y los pueblos originarios. Est en juego la confianza que tantos chilenos han depositado en Ud. El Gobierno tiene medios para negociar con ENDESA-Espa_a su desistimiento de construir Ralco. Sabemos que todo es cuesti¢n de voluntad pol¡tica apuntando en la direcci¢n correcta de la verdad, la justicia y el bien comon.
Sabemos que la gran mayor¡a de los chilenos se opone a la construcci¢n de Ralco, a la destrucci¢n del Alto Biob¡o y de dos comunidades Pehuenche. Un plebiscito, sin dudas, corroborar¡a esta certeza.
Sr. Presidente, despu’s de a_os de seguir el proceso de estos proyectos y de la participaci¢n ciudadana en torno a ellos hemos llegado a la conclusi¢n responsable que detener la construcci¢n de Ralco nos enriquece en todos los mbitos en los que nos empobrece su construcci¢n. Estamos seguros que anunciar que Ralco no se construye provocar¡a una jubilosa celebraci¢n desde Arica a Punta Arenas. Necesitamos estas leg¡timas y postergadas alegr¡as nacionales.
Salvar el Alto Biob¡o y dos comunidades Pehuenche es una gran oportunidad para el pa¡s y para el Gobierno.
Atentamente,
Por Grupo de Accion por el Biobio