Uno de los grandes problemas de la mayoría de ciudades salvadoreñas es el mal manejo de la basura. Para graficar la situación, El Salvador ocupa el deshonroso segundo lugar en Latinoamérica al peor medio ambiente. Esta crítica situación se ve agravada con los altamente peligrosos desechos hospitalarios.
En el país existen más de un centenar de centros asistenciales médicos públicos y privados, la gran mayoría de ellos manejan políticas de cómo recoger y almacenar los desperdicios dentro de las instituciones, pero no métodos para la eliminación técnica de la basura infectada y tóxica.
Por lo tanto, lo más común es el encontrar desperdicios hospitalarios en las orillas de los ríos o a escasa profundidad en la tierra. Esto multiplica el peligro de una contaminación o epidemia, pues el agua es consumida por toda la población ribereña o la gente cultiva sus productos casi por sobre dichos desperdicios.
En 1998 se realizó en San José, Costa Rica, un taller de capacitaci¢n para os ministerios de Salud de Centroam’rica. Por pedido de organizaciones ambientalistas el asunto de la basura de los hospitales fue puesto en la agenda, pero el delegado ministerial salvadore_o impidi¢ el debate sobre el asunto, pues dijo que el tema no es responsabilidad ministerial.
La legislaci¢n salvadore_a se_ala la responsabilidad de los consejos municipales en el tratamiento de la basura, pero en ningon caso se habla de los desechos de los centros y casas de salud, as¡ que no hay a qui’n tomarle cuentas por la negligencia en su eliminaci¢n.
El Ministerio de Salud se lava las manos en el asunto y el de Medio Ambiente ha asumido el asunto como un caso de limpieza visual y no de salubridad poblica y ecol¢gica. El gobierno central tampoco quiere asumir el problema. Por suerte, algunas alcald¡as del pa¡s solicitan un fondo especial para desarrollar proyectos para el mejor manejo de los desechos hospitalarios. (Sv/QR/Au/Ec/mc)
Carlos Figueroa