El grupo que utilizó cuatro lanchas neumáticas, logró subir a cubierta y colocar un banderín antinuclear antes de ser detenidos.
El «Tireless» atracó en mayo pasado en un muelle de la colonia británica de Gibraltar al sur de España. Llegó navegando con medios propios, después de sufrir averías a la altura de Sicilia, Italia. El Tratado de Utrecht, por el que España cedió Gibraltar en 1713 al Reino Unido, no contempla el derecho de aguas territoriales.
Desde que llegó el submarino, las poblaciones de las ciudades españolas próximas reclamaron por el riesgo potencial que representa ese navío nuclear en Gibraltar, mientras se realizan las reparaciones.
El gobierno británico argumentó en su día que era impracticable remolcar el submarino hasta el Reino Unido. Pero grupos ecologistas, alcaldes y asociaciones civiles exigen que el «Tireless» sea retirado de Gibraltar.
Greenpeace pretende con esta protesta extender la reacción contra el uso de reactores nucleares para propulsar una embarcaci¢n».
El grupo de activistas estaba integrado por miembros espa_oles, italianos, austr¡acos, alemanes y andorranos de Greenpeace. Ocho de ellos fueron detenidos con la intervenci¢n de marinos brit nicos y de la polic¡a de la Base.
Los abogados de la organizaci¢n dedicada a la defensa del medio ambiente, gestionan la liberaci¢n de los detenidos argumentando que la protesta no provoc¢ da_o alguno al nav¡o nuclear.
Recientemente, Charles Hattersley, prestigioso experto en buques nucleares, afirm¢ que el submarino puede ser remolcado de forma segura hasta Gran Breta_a. Esto parece indicar que el gobierno de Tony Blair prefiere que la reparaci¢n se realice lejos del Reino Unido.
Eso s¡, ambos gobiernos, el brit nico y el espa_ol insisten en que no hay riesgo ni para las poblaciones ni para las aguas. (Euro/QR/Ong-Au/Amr-Ec/ap)