La P-36 se ubica a unos 120 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, y es considerada la más grande a escala mundial. En el año 2000 inició operaciones, su producción diaria representaba el 16% del total el país, alcanzando los 60 mil barriles, su capacidad de almacenaje llegaba a los 1,5 millones de litros de crudo y combustible diesel en su base. El costo de su construcción rondó los 356 millones de dólares.
El titular de la empresa estatal, Henri Phillipe Reichstul, indicó que debido a las malas condiciones climáticas se vieron dificultadas las tareas de bombeo para retirar el agua de los flotadores, por lo cual fue imposible salvar a la P-36. Asimismo, afirmó que es imposible poder rescatar los cuerpos de los trabajadores que en un principio fueron reportados como desaparecidos.
Tras el hundimiento, la empresa petrolera puso, de manera inmediata, en estado de alerta a las embarcaciones equipadas con sistemas de contención de derrames en el Océano Atlántico. Y ello debido a que -a medida que la P-36 continoe hundi’ndose- la presi¢n podr¡a romper los tanques y lanzar al mar 1500 toneladas de petr¢leo.
En caso de producirse ello el derrame podr¡a llegar hasta las playas de los Estados de Esp¡ritu Santo y R¡o de Janeiro, desde Guarapari hasta Cabo Fr¡o, con el desastre ecol¢gico que ello implica. No obstante, los t’cnicos de la empresa, afirmaron que la mancha de petr¢leo podr¡a ser contenida y aspirada en su totalidad, antes de que pudiera llegar a las costas.