Por eso éste podría ser un ejemplo de "homenaje insidioso" a la mujer, los que, so capa de defensa, contribuyen al imnovilismo, y que tanto irritaban a quien lo definió: la matriarca del feminismo Mary Wollstonceraft ùmadre de Mary Shelley, autora de ½Frankestein o el moderno Prometeo+ù, quien los rechaza sin paliativos en su ½Vindicación de los derechos de la mujer+. Pues, en efecto, +es que hay mujeres en este mundo que no sean trabajadoras? En todo caso, salvo una minoría insignificante de privilegiadas, hay trabajadoras cuya fuerza de trabajo no es reconocida ni computada por realizarse dentro del hogar. Y la realidad no permite más homenajes insidiosos sino soluciones inmediatas.
Porque la realidad es la siguiente: el paro femenino es doble al masculino y las empleadas la mitad que los varones, pero su salario medio apenas es el 67 % del masculino, como la pensión media de la mujer es el 70 % de la del hombre y sólo alrededor del 10 % de altos cargos son mujeres. Sólo en una estadística superan a los hombres en una proporción de 4 a 1: la de los malos tratos; en el 70 % de estos casos el agresor es el cónyuge. Las estadísticas favorables para la mujer es que su esperanza de vida es 6 años superior a la del hombre, tienen una mejor calidad de vida debido a su menor dependencia de tóxicos y sólo ocupan un 10 % de las plazas carcelarías.
Quizá por poco tiempo, pues en la actualidad el 49’5 % de universitarios ya son mujeres, pero no será un camino fácil: en las vísperas de la celebración, durante un congreso sectorial del Partido Popular amparado bajo el eslógan un tanto bochornoso de La mujer en el país de las oportunidades, el presidente de dicho partido y del gobierno, señor Aznar, rechazó tanto las cuotas paritarias como la discriminación positiva. Para ello se valió de argumentos tan peregrinos como que "es reaccionario" o que "la verdadera igualdad de oportunidades consiste en la creación de más oportunidades". Retórica vacía, aparentemente destinada a respaldar los derechos de la mujer y en realidad fortalecedora de la posición dominante del hombre.
Pero lo malo de esta realidad que los datos y los hechos definen a lo largo y a lo ancho, es su profundidad abismal, porque está en la raíz. No se trata sólo de lo que se podía esperar de la derecha conservadora, que viaja al centro sin moverse un milímetro de su sitio, sino también de la izquierda y peor aún, de los sindicatos. +No existen para defender y realizar los derechos de los trabajadores? El último congreso de CC.OO. también rechazó las cuotas paritarias, supongo que con los mismos o parecidos argumentos estúpidos que ha utilizado el PP y que utilizaría o utilizará el PSOE o cualquier otro partido si se ve en la tesitura de hacer sitio a las mujeres. Y es que hace años que las organizaciones políticas han adoptado estructuras de empresa y no se conoce ninguna donde los ejecutivos cedan sus poltronas a otros por mor de impulsos morales. Estos no suelen asistir a los congresos ni a los comités ejecutivos.
Cosas que no impiden que unos, otros y los de más allá se sumen con pasión a celebraciones como la del Día de la Mujer Trabajadora. Faltaría más. Se trata de rendir un homenaje insidioso a la mujer, pero eso sí con la condición de que a las doce de la noche vuelva a ser Cenicienta.