Este siglo empezó con el indignante atropello norteamericano a Colombia y termina también allí, con la festinación de otro intervencionismo imperialista contra esa república hermana.
A principios de siglo se alentó el separatismo de Panamá, parte de Colombia entonces, solo porque el gobierno de Colombia no quiso recibir los $10 millones por la franja de 6 millas que ofrecía el Gobierno de Roosvelt, para construir el canal en Panamá y no en Nicaragua como se había previsto.
Los colombianos pedían $25, que era lo que los franceses estaban ofreciendo. Pero por un acuerdo firmado en 1846, bajo la doctrina Monroe (América para los Americanos), el control del canal seria privilegio de los norteamericanos. Como los colombianos no aceptaron el chantaje, se tramó el separatismo que bien narra David McCullough (The Path Between the Seas:..) nada menos que en un hotel de New York.
Entonces los norteamericanos decidieron no aparecer directamente en la escena, -como tampoco quieren hacerlo hoy-, entonces por temor a desatar el sentimiento bolivariano ya ofendido por la anexi¢n de gran parte de M’xico a mediados del siglo anterior, y hoy, por evitar levantar la ola antiimperialista que la guerra de las Malvinas no pudo levantar.
Se alent¢ el trabajo de mercenarios franceses en pro del separatismo, para luego alegar de que el tratado de 1846 sobre la neutralidad del Istmo, estaba en peligro por la presencia de europeos. Se manipul¢ el separatismo de los paname_os como hoy se manipula el paramilitarismo de Casta_o y otros narcotraficantes (solo que esta vez la complicidad de la embajada USA en las drogas de Colombia ha sido ya descubierta).
En 1903 ingresaron los marines con apoyo de los separatistas. Se reconoci¢ la independencia de Panam y se firm¢ el tratado cediendo la construcci¢n y control del canal a los norteamericanos. Se les dio los $10 millones a los paname_os, solo que esta vez no fue por 6 millas sino 10 millas de costa a costa.
En 1977 Carter y el Congreso USA decidieron devolver el canal pero pasar Panam a control del Pent gono. Hoy, Panam lucha por una real independencia y la escalada intervencionista en Colombia amenaza tambi’n con golpear estos anhelos de los paname_os.
Hoy ya no es el canal, ni est solo amenazado Colombia. Somos los piases amaz¢nicos los que directamente seremos afectados. Hoy es el petr¢leo que la Occidental quiere apropiarse en Samora. Hoy es la deuda que la Oxi no quiere pagar por el juicio que perdieron luego del da_o ecol¢gico de sus drillings.
Y es el petr¢leo que hay en las fronteras de Colombia, Pero y Ecuador (pa¡ses en los que tarde o temprano los capitalistas del norte promover n tambi’n separatismos, que ya empiezan a aflorar en Colombia y aun veladamente en Loreto, Pero).
Y son los petroleros republicanos los que se mueven detr s de la pol¡tica exterior de Clinton hacia Colombia y Latino Am’rica. Eso es lo que representan McCaffrey, Albright, William Cohen, todos ellos impuestos por los ultraconservadores que lidera el senador Helms, un enemigo declarado de Latino Am’rica.
Esos son los que usan el rid¡culo pretexto de las drogas (las consumen y acusan al productor de sus efectos), para este intervencionismo y son los que seguro van a disfrazar su carnicer¡a en Latino Am’rica como «misi¢n de paz».
Nada extra_o seria que, -como homenaje de la Albright a nuestra noche de paz-, tengamos los primeros bombardeos en la v¡spera de Navidad. Despu’s de lo ocurrido en Irak y Yugoslavia, todo es de esperarse de estos reales terroristas del imperio del norte.
De ocurrir los bombardeos antes de terminar el siglo, no cabr ninguna duda de que el siglo ha sido una centuria perdida para los Latino Americanos. La centuria en que muchos gobernantes y gobernados perdieron su dignidad de ser latinos, perdieron su identificaci¢n con la Patria Grande y mostraron su deslealtad con la naci¢n y su irrespeto a la soberan¡a nacional.
Afortunadamente, -y de esto si estoy seguro-, hay latinos ubicados en las diversas clases sociales y aun en las altas esferas del poder, incluso en las milicias de nuestros ej’rcitos, que hacen eco del derecho de sus pueblos a vivir en paz y con dignidad.
Afortunadamente hay latinos que saben que el bombardeo a Colombia es un golpe a todos los del sur y a todo Latino Am’rica. Y que por esto rechazar n -abierta o veladamente- cualquier forma de utilizaci¢n de nuestro territorio para operaciones de espionaje, log¡stica y agresi¢n militar contra el pueblo Colombiano.
Estoy seguro que el sagrado derecho a nuestra integridad territorial, el derecho a nuestra soberan¡a y el sentimiento latinoamericanista habr n de emerger y mostrarse, -como ya esta ocurriendo-, en el proceso de este nuevo intervencionismo estadounidense.
Y estoy aon m s seguro que las organizaciones de base de nuestros pueblos, dejaran de lado sus diferencias pol¡ticas para unirse frente al enemigo comon. Ser as¡ entre quienes ya han sufrido los efectos del intervencionismo norteamericano, (quienes ya empezaron a decir su palabra) y ser as¡ entre quienes saben lo que significaron las ultimas incursiones militaristas en el mundo.
El previo intervencionismo en Hait¡, Panam , Nicaragua, Cuba, Las Malvinas, Pinochet en Chile, El Salvador, Guatemala, etc, todo esto vendr a la memoria y muchos dir n BASTA YA . Y la centuria perdida ser reivindicada con creces por un nuevo movimiento libertario que emerger de los escombros de este atropello en marcha. Por nuestro derecho a vivir en una Patria Grande, unida, con paz y con dignidad. (Co/YZ/Oi/Amr/pt).
Por Hugo Ad n