Sabemos que hasta hoy no ha sido posible establecer qué fue primero: si el lenguaje o el pensamiento. Eso, en el caso de que uno de ellos haya tenido el encargo de preceder en su nacimiento al otro, porque, después de todo, igual de factible es que ambos hayan venido al mundo indisolublemente unidos. De la manera que haya sido, lo cierto es que la facultad de pensar es condición intrínseca de nuestra calidad humana. Gracias a ella, la propia existencia, con todas las circunstancias que la rodean, es sometida a un permanente escrutinio.
Por eso, pensar no es una tarea fácil ni es un camino lleno de certezas. Como no lo es, frente a los sucesos ecuatorianos de este último fin de semana, he resuelto ponerme los seis sombreros para pensar que Edward de Bono ofrece como gu¡a para despejar la mente.
As¡, con el sombrero blanco (neutro y objetivo) dir’, en s¡ntesis, que el d¡a viernes pasado, el movimiento ind¡gena junto con otros sectores sociales y varios miembros de las Fuerzas Armadas tomaron posesi¢n del palacio legislativo, demandaron la renuncia del entonces presidente de la Repoblica y proclamaron una junta de gobierno; y que el d¡a s bado siguiente no hubo m s junta de gobierno, sino otro presidente por sucesi¢n constitucional.
Con el sombrero rojo (emocional) dir’ que el Ecuador vivi¢ un d¡a desconcertante, angustiante y peligroso; que me preocuparon sobremanera los desmanes que hubo y las posibilidades de un enfrentamiento entre la poblaci¢n y de una dictadura civil, militar o mixta; y que una vez m s sent¡ el dolor que me produce la situaci¢n a la cual se ha ido conduciendo al Ecuador.
Con el sombrero negro (aspectos negativos) dir’ que las Fuerzas Armadas y el movimiento ind¡gena han quedado remecidos, que probablemente hubo intereses que jugaron al mejor postor y que no hay muchos visos de que la clase pol¡tica haya aprendido la lecci¢n.
Con el sombrero amarillo (alegre y positivo) dir’ que el Ecuador tuvo un oportuno desahogo y recibi¢ una razonable dosis de ox¡geno; que el desenlace fue la mejor soluci¢n para el momento, y que se ha abierto una puerta para remozar nuestro futuro, que es sobre todo el futuro de la mayor parte de ecuatorianos y ecuatorianas.
Con el sombrero verde (creatividad e ideas nuevas) dir’ que ha llegado el momento de responder al menos las siguientes preguntas: ¨C¢mo vamos a hacer que el Ecuador crezca beneficiando a todos? +En qu’ mesas, con qu’ temas y con qu’ pautas nos sentaremos a concebir el espacio nacional con el cual nos identifiquemos y comprometamos todos? ¨C¢mo vamos a equilibrar el poder ciudadano frente al abuso del poder pol¡tico?.
Y con el sombrero azul, el de la organizaci¢n, dir’ que es menester un plan de gobierno claro y completo, una ciudadan¡a educada y participativa, voces y rostros innovadores, ‘ticos, con responsabilidad social; sinceridad en lo que se dice y se hace, y aut’ntica voluntad para construir en equipo.
Por Marena Briones Velastegu¡.
