Desde el viernes 4 de Febrero en Almería y específicamente en El Ejido las personas inmigradas son víctimas de ataques racistas. Sus míseras viviendas son quemadas, sus ciudadanos golpeados y perseguidos, sus vidas son puestas en peligro, sus hijos apaleados,… No es la primera vez, demasiadas veces se está repitiendo en Can Anglada, en la periferia madrileña, en Gerona, … demasiadas veces como para que nos preguntemos +que está pasando? y aportemos nuestro esfuerzo para frenar esta injusta situación.
Las personas emigradas vienen al Estado español, a buscar un trabajo y unas condiciones de vida dignas, condiciones a las que tienen derecho como personas humanas que son independientemente de su raza y religión.
El caso de El Ejido es esclarecedor. El pueblo del Ejido era uno de los más pobres y deprimidos de España, actualmente gracias al trabajo precario de las personas inmigradas en los cultivos bajo plástico, se ha convertido en uno de los pueblos más ricos de Europa.
El Ejido es hoy el municipio con renta per c pita m s alta de Espa_a, pero tambi’n tiene la tasa m s alta de suicidios, la mayor tasa de accidentes laborales por envenenamiento y la tasa de desescolarizaci¢n m s alta de toda Europa.
La riqueza del Ejido, Roquetas de Mar, El Poniente, tiene como base la superexplotaci¢n laboral a las personas inmigradas en condiciones peores que en la esclavitud. Por estos hechos algunas personas se enteran que la esclavitud ha vuelto, ni siquiera se han fijado que el trabajo precario para la juventud aut¢ctona es el ejemplo claro, de que el trabajo fijo est en ca¡da, y el mentido estado del bienestar es solo un espejismo para la mayor¡a de la poblaci¢n.
La patronal espa_ola se beneficia del trabajo de las personas inmigradas para forrarse los bolsillos y cuando la marginaci¢n y miseria en la que viven esas personas las convierte en conflictivas, esa misma patronal azuza a la poblaci¢n a los ataques racistas.
Las causas de esta violencia est n en la desigualdad social, en la riqueza de unos pocos fruto de la miseria de muchos. La violencia racista que hoy vemos en la Televisi¢n es hija de viejas injusticias y en ellas las autoridades son responsables al no cubrir las necesidades de vivienda, sanidad, educaci¢n, … de las personas emigradas. Los sucesos de estos d¡as no son acciones espont neas, est n fomentadas desde instituciones poblicas como la Alcald¡a del Ejido, encarnada por un militante del PP.
Este racismo de una parte de la poblaci¢n es fomentado desde las instituciones que identifican inmigrante con delincuencia, que diferencian entre inmigrante regular e inmigrante ilegal.
Todos los d¡as diferentes pol¡ticos y destacadamente los miembros del gobierno, ense_an desde los medios de comunicaci¢n que la inmigraci¢n es un problema, que est n invadiendo, les acusan de precarizar el trabajo, de ser beneficiarios de millonarias subvenciones.
Son estos pol¡ticos los que han propuesto y promulgado la nueva Ley de extranjer¡a, bien poco diferente de la anterior, que sigue diferenciando entre inmigrante regular y emigrante ilegal, que niega la igualdad de derechos entre emigrantes y aut¢ctonos, que permite a los patrones pagar salarios inferiores a los trabajadores inmigrados que a los nacionales, que mantiene la injusticia de la prioridad nacional.
La frase de moda es: yo no soy racista pero estos inmigrantes tienen que volver a su pa¡s de origen.
En esta ‘poca de elecciones nadie quiere perder un voto y hemos visto a los pol¡ticos acudir al lugar del suceso y en menos de quince minutos quieren resolver un problema de racismo institucional y vecinal de mucho tiempo; el se_alar que har n viviendas a los inmigrantes no soluciona el problema central: el no tener derechos iguales que los nacionales, todo lo dem s es un m¡nimo parche, un poco de caridad para calmar la tensi¢n y que los trabajadores inmigrados vuelvan al trabajo y evitar las millonarias perdidas.
La contradicci¢n existente es que los pol¡ticos y el gobierno no pueden seguir callando y tienen que se_alar que Espa_a necesita de los inmigrantes y sacan impresionantes cifras que con el trabajo de las personas inmigradas se enriquecen empresarios, comunidades aut¢nomas, en definitiva mantienen el estado del bienestar.
Hoy los magreb¡es de El Ejido est n en huelga, solo ven ese camino para defenderse de las agresiones criminales instigados por aquellos que predican el odio racial y salen beneficiados con fortunas millonarias.
Todos los que queremos una sociedad multicultural tenemos que romper el silencio ante tantas agresiones, tanto odio racial, porque si no hacemos nada porque los nimos est n alterados, somos c¢mplices de esos hechos, c¢mplices de la aplicaci¢n de esta pol¡tica reaccionaria que se est extendiendo en toda Espa_a y en Europa.
Ya no basta con decir No soy racista, o Espa_a no es racista, cuando hechos como las muerte en las pateras, la quema de Mezquitas y viviendas de inmigrantes en Girona, la persecuci¢n y destrozos a locales de personas inmigradas en Terrassa, los hechos de Premi de Mar; … son demasiados hechos para ser acciones aisladas.
El enfrentamiento entre nacionales y personas inmigradas, m s la indiferencia de una parte de la poblaci¢n ante estas situaciones de injusticia es un arma que se implementa con objetivos claros: obtener ganancias millonarias a costa del trabajo super explotados del trabajador y trabajadora inmigrada, es la mejor forma de enfrentar a dos colectivos: nacionales y extranjeros, que sufren de un paro elevado, un trabajo mal pagado, de las enorme colas esperando por una oferta de trabajo precario; se trata de convertir en enemigos potenciales a quienes deber¡an ser verdaderos aliados.
Los trabajadores y trabajadoras, los j¢venes con empleo en precario o que ni siquiera han accedido a ‘l, la poblaci¢n espa_ola que no alcanza los est ndares de riqueza de unos pocos y que no puede opinar que Espa_a va bien, tenemos que sentirnos hoy magreb¡es en El Ejido, tenemos que movilizarnos para parar esta violencia irracional, ponernos de parte del agredido, el inmigrante y denunciar al agresor, la patronal, los gobiernos, las leyes injustas. De lo contrario lo que hoy es violencia racista ser ma_ana violencia fascista no solo contra el inmigrante sino contra el trabajador, contra el pueblo que lucha por mejores condiciones laborales, contra el que piense diferente y no se someta al sistema.
Apoyamos las reivindicaciones delos puntos presentadas por el Colectivo magreb¡ de El Ejido:
Regularizaci¢n de todas las personas sin papeles sin condiciones. Pago de indemnizaciones con car cter urgente por los da_os y p’rdidas a las personas cuyas viviendas y locales fueron da_ados.
Por el cumplimiento estricto del Convenio del campo. Por el derecho a la vivienda, sanidad y educaci¢n de las personas inmigradas. Ante cada ataque racista apoyar toda forma de lucha de los colectivos de inmigrantes agredidos: Sigamos el ejemplo de El Ejido: Ejecuci¢n de Huelga ante los ataques racistas.
UN RACISMO PROMOVIDO DESDE UNA ALCALDÍA DEL PP: EL EJIDO
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